NATURALEZA DE DIOS / OBJECIONES A LA EXISTENCIA DE DIOS

Por: Gerardo Cartagena Crespo





I. Estudio filosófico-teológico sobre la naturaleza de Dios


Nota. Este tratado ha sido reeditado.

Introducción. Según los ateos el concepto de Dios es subjetivo, pues cada creyente tendrá una idea diferente del dios en el que cree. La verdad es que si preguntamos a los cristianos (incluso entre católicos) hallaremos algunas diferencias de quién o cómo es Dios. Incluso habrá quienes lo visualizan como un ser humano con barba y pelo blanco, sentado en un trono en medio de una gran ciudad con calles de oro... De aquí que algunas feministas aseguran (como he leído), en su guerra contra los hombres, afirmar que Dios no es hombre, sino mujer. Ni hombre ni mujer, sino Espíritu.


El hecho de que el ser humano haya concebido a las diversas divinidades como entidades con forma humana, de animales y sujetas y dominadas por lo temporal y por sentimientos al estilo humano… es muestra de que el concepto judeocristiano de Dios no pudo ser una invención del intelecto humano, pues, como veremos, si Dios no se hubiese revelado hubiese sido imposible que el ser humano (en este caso el Pueblo de Dios del Antiguo Testamento y luego la Iglesia fundada por Jesucristo) jamás hubiese podido concebir la idea que de Dios tiene hoy gracias a la Iglesia Católica como instrumento por el que Dios en Jesucristo se ha revelado.


El conocer y entender, desde una teología cristiana y católica, la naturaleza de Dios, nos ayudará a diferenciar y separar al Dios judeocristiano (el Dios que se ha revelado a la humanidad) de las divinidades de invención puramente humana (como las *animistas -animales, plantas…; *politeístas -multitud de dioses; *panteísmo -identificación de la divinidad con la naturaleza, todo cuanto existe es Dios; *deísmo -Dios, después de crear abandona o le da la “espalda” a la creación; se desentiende de ella…). Y la mejor manera de conocer un ser es definirlo por lo que no es, por lo que no posee. En este caso ya que Dios no puede ser definido, podemos describir de él lo que humanamente podemos entender de lo que se ha dignado revelar de sí, y que la teología y la filosofía han tratado de explicar y entender.


Lo importante para el católico es que, podemos tener una idea más o menos clara de quién y cómo es Dios según se ha revelado en y por medio de la Iglesia que Cristo fundó. De aquí que el católico bien instruido no debería tener ideas o conceptos antropomórficos de Dios.


Nota. En este estudio aunque hay ideas que se repiten (muy importante tener esto en cuenta), estas se explican de diversas maneras. Esto ayudará a entender mejor los conceptosi


Primera parte >Dios >las criaturas

>Dios
Ante la pregunta ¿Dios existe?, primero hay que responder ¿qué Dios? Pues según sea el concepto que de Dios tenga el que pregunta, así será la respuesta. Sólo existe el Dios que se ha revelado. Para llegar a un
conocimiento exacto de Dios hay que, primeramente, tener en cuenta lo siguiente:

1) No es materia. Si Dios fuera un ser material, podría ser conocido por los sentidos externos y según el método científico; pero sería un absurdo que fuera Dios, pues estaría sujeto a los cambios evolutivos de la materia aun suponiendo que su existencia fuese inmortal, no eterna. Ante tantas limitaciones del ser material no sería el ser Absoluto.

De aquí que muchos ateos se empeñan en dar una definición de Dios cuya naturaleza esté sujeta a las leyes naturales y al tiempo (duración), pues un dios así no puede existir y, de esta manera es fácil eliminarlo y negar su existencia.

2) No es criatura. Dios no es ni animal ni hombre (como es entendido en las religiones no monoteístas: como las politeístas y animistas), ni masculino ni femenino (Deuteronomio 4, 15-20).

Luego si Dios no es criatura ni hombre ni absolutamente nada semejante, cuando en la Biblia se le adjudica a Dios acciones humanas: arrepentimiento y pesar de haber obrado de tal manera, o que sopla o que descansa; o se le adjudica miembros humanos (espalda, manos, pie...); todo ello hay que interpretarlo en su género literario. Dios al inspirar al autor sagrado no le violenta su conciencia y libertad, éste sigue obrando y escribe según su cultura y modo de ver y entender la naturaleza y realidades circundantes; de aquí que el hagiógrafo se vale de términos y conceptos humanos para tratar de describir y explicar acciones de Dios. Dios, en su infinita sabiduría, valiéndose de las circunstancias históricas del hagiógrafo y de los géneros literarios por éste utilizados, dentro de dichas narraciones revela verdades de fe que luego serán manifestadas a plenitud por Jesucristo en su Iglesia por la acción del Espíritu Santo.

3. Dios no es un ser creado (no es criatura). Él existe por sí mismo, pues su esencia es existir (aseidad). Más que existir Dios es el Existente. De haber sido creado, no sería Dios, sino criatura. Si piensas y te cuestionas que quién creó a Dios, o que Dios tuvo que haber tenido un principio, un origen, por lo que tuvo que haber sido creado, no estás pensando en el verdadero Dios, sino en una caricatura de Dios con la que se pretende eliminarlo.

Para que tengas una mínima idea del porqué Dios existe desde siempre, lo primero que tienes que hacer es visualizar a Dios como un ente atemporal (más que fuera del tiempo, sin tiempo); que no dura o no posee duración (la duración es lo que la inteligencia humana divide en periodos y llama tiempo), es decir, en Dios el antes y el después no existen; él es presente eterno. Luego la eternidad le es propia; él es el Eterno. Por consiguiente, a pesar de lo que diga y asegure S. Howking (y otros) Dios existió y existe antes del tiempo (duración).

4) No es un tipo de energía universal o cósmica. Como es el caso del panteísmo cuya filosofía es identificar a Dios con la naturaleza: Dios es la Naturaleza, la Naturaleza es Dios (y así la religiosidad "New Age" o Nueva Era, la Astrología y otras espiritualidades afines como en la película "AVATAR" o el concepto de “la Fuerza” en La Guerra de las Galaxias -Star Wars-). Pensar en Dios como en un tipo de fuerza o energía cósmica, es pensar en un ser creado y contingente, no en el Ser Absoluto.

Existe la anécdota (que vi en un documental) que a George Lucas, creador de la saga de "Star Wars", un grupo de personas influyentes se le acercaron y le propusieron que creara una religión basada en la filosofía de dichas películas sobre el concepto de "la Fuerza". Gracias a Dios George Lucas se negó rotundamente a tal proyecto y engaño.

5. No es contingente, es decir, que no necesita de otro para ser ni existir (es así que es un absurdo el cuestionarse con ¿quién creó a Dios? Pregunta ilógica e irracional de quienes se empeñan en eliminar a Dios).

6. De aquí que Dios es el Absoluto. El Ser Absoluto es el que abarca todas las perfecciones del ser en grado infinito: absolutamente sin límites; que agota todas las cualidades y perfecciones del ser en una sola y única substancia indivisible. Por lo que no deja espacio para otro ser absoluto (de aquí que es un absurdo y una falacia, por parte de algunos ateos, el pretender que Dios debería poder crear una roca que ni él mismo pueda mover o destruir -si puede dejaría de ser todopoderoso al no poderla mover o destruir; y si no puede crearla no es todopoderoso, por consiguiente en ambos casos no puede existir-. Si entendemos el concepto de absoluto Dios no podría crear tal roca, no porque le falte poder, todo lo contrario, al ser Todopoderoso ya Dios, en su ser absoluto, agotó tales atributos de inmovilidad e indestructibilidad absoluta).

El Ser Absoluto no se rige ni es regido por el tiempo (la duración). De ser así, no sería el ser Absoluto, pues estaría limitado por los movimientos, sucesiones y transformaciones que implica ser regido por el tiempo o más exactamente la duración; ante él el pasado y el futuro no existen, es un presente eterno que con una sola mirada lo abarca todo de la eternidad a la eternidad.

Luego, no se muda ni cambia, él es puro Acto (no como los seres contingentes que pasan de la potencia al acto: un niño es un hombre en potencia; la imagen intelectual del artista está en potencia, una vez la realiza se convierte en acto; los niños y niñas son padres y madres en potencia, una vez conciben y engendran hijos son padres y madres en acto...). De aquí que sus decretos son eternos (cualquier cambio o acción de Dios en el tiempo, no es que tal cambio o acción la haya realizado en ese momento, sino en atención a la petición del creyente, en atención de los méritos de Cristo, ya Dios lo estableció así desde siempre).


>Las criaturas

1. No son espíritu. La vida espiritual trasciende la materia y no es influenciada por ésta. Sólo los ángeles y el alma humana son seres espirituales. El ser o ente puramente material de por sí es incapaz de concebir, de ninguna forma, la idea de espíritu, pues esta realidad rebasa infinitamente la realidad material. De aquí que podemos inferir que si el ser humano fuese pura materia, como aseguran los ateos y materialistas, le hubiese sido imposible, aun suponiendo que fuese sumamente inteligente, el concebir ni mucho menos entender las realidades espirituales, pues estas le serían absolutamente ajenas a su realidad física y material.

2. No son eternos. 
La eternidad es, de modo absoluto, la ausencia de tiempo y espacio; sin antes ni después; es un presente eterno, es decir, Dios, como Ente Eterno, ve todos los tiempos a la vez desde el instante que creó la singularidad antes del Big Bang (con la creación de la singularidad comienza la duración-tiempo) hasta hoy y hacia el futuro (todo está ante él en un presente actual); por lo tanto tal estado no puede darse en este mundo físico regido por el espacio-temporal. De aquí que es incorrecto aplicar tal estado a este mundo físico.


Como se ha dicho, los seres temporales (y la misma palabra lo indica) no pueden ser eternos (estado sin principio y sin fin, sin antes ni después) ni infinito (principio sin fin o fin sin principio); las sucesiones y cambios temporales que son movimientos medidos por lo que la razón ha llamado tiempo, no puede admitir un principio sin principio, pues si este principio no existe, no existirían los seres temporales; luego si hoy existen es porque sí existe un principio, un comienzo que, como lo que no existe no puede darse él mismo la existencia (pues no es, no existe), y para poder pasar del no ser al ser tuvo que haber comenzado a existir por la intervención de un ente con el poder de crear y dar el ser a lo que no es; y ese ente creador es Dios.


De aquí que el sentido de eterno corresponde sólo y exclusivamente al ser Absoluto. Dios es el único ser que no es regido por el tiempo ni el espacio, pues está fuera de toda temporalidad y duración (en Dios la duración no existe, pues él es presente eterno, sin antes ni después, Dios no dura él simplemente es); él es Acto puro. Las criaturas al ser regidas por lo que la inteligencia humana ha llamado tiempo (la duración que se manifiesta en el movimiento, sucesiones y transformaciones y que intelectualmente el ser humano divide en periodos: segundos, horas, días, años...) es absolutamente imposible que tengan existencia eterna o infinita, pues el hecho mismo de no origen, de no principio les niega su misma existencia. Sólo los ángeles y el hombre (por su alma espiritual) comparten, de modo relativo, la eternidad de Dios, por eso son llamados seres sempiternos, es decir, seres preservados definitivamente de la corrupción, pero por su condición de criaturas, no gozan de la total simultaneidad de la eternidad. De aquí que podemos hablar de un tiempo relativo para las criaturas espirituales que, en el caso de los ángeles es conocido en teología como "evo".

Los seres físicos o materiales, por su condición de criaturas dependen de otros para existir; luego por su contingencia no pueden ser eternos.

Por eso, la conclusión a la que llegó Stephen Hawking (en una de sus hipótesis) - considerado como uno de los más grandes físicos y cosmólogos de nuestro tiempo- es, aunque científicamente correcta como hipótesis, filosóficamente falsa al asegurar que Dios no puede existir cuando afirma que “como el tiempo mismo surgió en el momento del Big Bang es un acontecimiento que no puede haber sido causado o creado por nadie ni por nada”. Y así asegura que, “finalmente encontramos algo que no tiene una causa, porque no existía un tiempo en el que pudiera existir una causa. Para mí esto significa que no existe la posibilidad de un creador, porque no hay un tiempo en el que pueda haber existido un creador”. Vemos cómo una mente tan brillante, como la de este gran físico, puede equivocarse al tratar de describir a Dios como un ente que no puede existir fuera del tiempo, que dura o posee duración, dando muestras de un desconocimiento total de la naturaleza de Dios. Dios, de hecho, al carecer de la duración no se rige ni es regido por el tiempo, como lo están las criaturas, pues él es eterno. De regirse por el tiempo, es decir, que si Dios fuese un ente que dura Hawking tendría razón al afirmar que no existe. Pero como la esencia de Dios es existir, y su existir es un presente eterno fuera de esta dimensión física, puede existir fuera de todo modo o tipo de tiempo; luego, de hecho, pudo y puede existir antes del comienzo del tiempo. Lo que sí Hawking ha probado, desde el punto de vista científico, es que el universo no es eterno, luego tuvo un origen y, como lo que no existe no puede darse él mismo la existencia, tiene que haber una Causa que lo haya creado. Por consiguiente, Dios sí existe.

Nota. Esta teoría Hawking la abandona por otra mucho más enigmática como el asegurar que el universo, por gravitación, se creó de la nada. Con esta hipótesis (que tiene más de ser un pensamiento filosófico que científico) Hawking pretende, al igual que con la anterior, negar la existencia de Dios. Pero ¿quién creó ese campo gravitatorio del cual surge el universo? De esto ya comenté ampliamente en otro artículo: enlace aquí.


Pero al parecer Hawking ya no está conforme con esta teoría del origen del universo por gravitación, ahora asegura, en base a una teoría que ha denominado “la propuesta sin límites”, es que si pudiéramos hacer que el tiempo retrocediera y encoger el universo hasta su estado original del Big Bang, éste continuaría encogiéndose indefinidamente hacia la nada pero sin llegar a ser nada, es decir, para siempre, por consiguiente, según esta nueva teoría tampoco hace falta un Creador.


Esta nueva teoría, al igual que la anterior, es más filosófica que científica, pues el pensar que yendo hacia atrás en el tiempo jamás se podrá llegar a un origen del universo y jamás llegar a un tamaño cero es tanto como decir que el universo, o más exactamente la singularidad antes del big bang, no tuvo origen, sin principio. Como teoría científica no es posible probarla experimentalmente, pero filosóficamente como ejercicio de razón se puede viajar hacia atrás indefinidamente en el tiempo ¿o sin él? Pero el problema surge cuando se aplica a la realidad. Si hoy estamos aquí y subiendo por la escalera del tiempo hacia atrás jamás podemos llegar al origen, si dicho origen no existe, tampoco se podrá llegar desde allá hasta acá, pues la distancia es la misma (pero partir desde dónde si ese “principio” en el pasado no existe). Pero si la excusa es que antes del big bang no existía el tiempo, tampoco existiría la singularidad, pues como ya he demostrado en otra parte, el tiempo, ontológicamente hablando, no existe; éste es simplemente la medida intelectual de la duración de lo que ya existe, en este caso la singularidad antes del big bang, pues esta singularidad ya es algo que existe, pues si se puede retroceder hacia atrás indefinidamente sin llegar a la nada, como asegura Hawking, es porque tal singularidad tiene duración. Y esto es razonamiento filosófico, no científico.


Nota. En estos días (14 de marzo de 2018), mientras estoy reeditando este tratado, he sabido del fallecimiento de S. Hawking. Desde mi fe cristiana católica: Que Dios se haya apiadado de él; desde la fe atea… nada.


Así pues, mientras el ser humano encuentre motivos para negar y rechazar a Dios continuará inventando teorías e hipótesis que le sirvan para tal propósito, y mientras más complejas y enigmáticas sean, aunque absurdas, mejor (como el de aquel filósofo que asegura, y otros “intelectuales” le siguen la corriente, que nosotros somos en realidad una simulación generados por una supercomputadora construida por seres humanos del futuro. Todo lo que sirva para negar a Dios, aunque sea de lo más absurdo y ridículo, bienvenido sea).


El problema mayor que se tiene hoy en día es que, muchas de estas teorías e hipótesis no pasan de ser razonamientos filosóficos que pretenden pasar como conocimientos científicos con el único propósito de rechazar y negar a Dios. Luego la discusión más que científica es filosófica.

3. No son infinitos. Ningún ser creado (material o espiritual) puede ser infinito en propiedad. La existencia y continuidad de un ser creado es limitada y temporal. Sólo Dios es infinito en propiedad, pues sólo a él le pertenece el serlo. Los ángeles y el hombre reciben de Dios, de un modo relativo el ser infinitos en su ser inmortal: que jamás morirán ni dejarán de ser o existir.


Por consiguiente son contingentes.


4. El ser contingente es…

»Es causado por otro, es decir, es efecto de otro y no puede, por consiguiente, darse él mismo el ser, por lo tanto, depende de otro para existir. (Ejemplo: un ser vivo que es engendrado por otro ser vivo; una montaña que se forma gracias al movimiento de las placas tectónicas, o un volcán que se forma gracias a la eyección del magma hacia el exterior; un elemento nuevo que se forma en el interior de una estrella por fusión...)

»Necesita de otro para actuar (ejemplo: las aspas del molino de viento necesitan de la fuerza del viento para moverse; un cohete la fuerza y el empuje del motor y el combustible adecuado para elevarse; el alimento en los seres vivos para continuar viviendo...)

»Necesita de las leyes naturales para poder pasar de la potencia al acto (ejemplo: el niño, que es un hombre en potencia, necesita de los mecanismos naturales para llegar al acto de ser hombre; un ave las alas y el viento para volar; un hombre las piernas sanas para caminar.)

»Todo lo creado son seres contingentes.

Estos conceptos son de suma y vital importancia conocerlos y, sobre todo, entenderlos para poder describir correcta y apropiadamente quién es Dios, y poderlo distinguir de las criaturas al ser éstas también correcta y debidamente definidas. También nos ayudará a descubrir cuál es la religión verdadera.


Segunda parte. Ampliando la idea de Dios

Ante la pregunta ¿Dios existe?, primero hay que responder ¿qué Dios? Pues según sea el concepto que de Dios tenga el que pregunta, así será la respuesta. Sólo existe el Dios que se ha revelado.


Y ese Dios que se nos ha revelado no es como las criaturas, no posee forma física de ninguna clase, es infinitamente simple, de aquí que Dios no posea partes, no ocupa espacio, ni puede ser ubicado, Dios es acto puro...


El tener una idea clara y lo más exacta posible de la realidad espiritual y sobrenatural nos ayudará a evitar conceptos erróneos sobre Dios, los ángeles, el alma humana… Ejemplo, no es lo mismo afirmar que todo cuanto existe fue creado por Dios que es Espíritu infinito y eterno, absoluto y personal (teísmo), que todo cuanto existe es Dios (panteísmo). No es lo mismo, desde una concepción cristiana-católica, la relación de amor que el creyente está llamado a entablar con Dios (relación de amor de Persona a persona), que una relación supersticiosa entre un hombre o mujer y una fuerza o energía cósmica impersonal (donde una relación de amor es imposible que se dé). No es lo mismo el Dios trascendente cuyos atributos inmanentemente y ontológicamente son uno con su substancia divina (ej. Dios es el Amor), que la creencia en multitud de dioses con forma humana o animal.


Evitará también caer en la trampa de algunos ateos quienes, en su intento de negar la existencia de Dios se inventan un dios, por ejemplo sujeto a las leyes temporales de espacio-tiempo, por eso no pueden concebir que su existencia sea eterna e infinito en su ser. Por eso Hawking, con sus teorías del origen del universo, le da mucho énfasis a la inexistencia del tiempo antes del big bang, pues si este no existe no se puede hablar de la existencia de algo antes de… De aquí que concluye que no puede existir una Causa para el origen del universo antes del tiempo, visualizando dicha causa como un ente atrapado dentro del espacio-temporal. Pensar en un ente como algo separado, ajeno y ausente del espacio-tiempo es absurdo, luego no existe. Este es el resultado al que se llega (como le sucede a muchos ateos) cuando se niega la filosofía como una forma o método de conocimiento humano, se sufre y padece de bloqueo y ceguera intelectual.

Como ya se ha dicho Dios no es como las criaturas; no es hombre ni mujer ni necesita de género (como muchísimas criaturas para la conservación de la especie). Dios es absolutamente único en su especie y, por ser eterno, no necesita conservarla en ese sentido.


Por eso cuando en la Biblia se le da a Dios cualidades humanas o se hace una descripción de él como si fuese un ser humano (manos, piernas, espaldas, traje blanco, sentado en un trono, que sopla, se arrepiente, se mueve…) todo ello hay que verlo y entenderlo en su género literario (antropomorfismo) que NO pretende describir a Dios, sino su relación con el hombre.

Por eso Dios no posee forma física de ninguna clase, pues no posee límites, por lo que no podemos concebir cómo es; lo que sí podemos entender es que él es la bondad y belleza misma; su hermosura y su bondad radica o es su misma naturaleza, su misma y única esencia o divinidad (de aquí que las bondades y belleza de las criaturas es un reflejo, aunque imperfecto, de la perfectísima bondad y belleza de su Creador).


De aquí que Dios es el Inmanente (todos los atributos son en él una misma cosa con su substancia divina. Ej. Dios es el Eterno, el Existente, la Bondad, el Amor, la Hermosura…).
Dios es el ser infinitamente simple (aunque en las criaturas podamos distinguir la substancia y la esencia/naturaleza, en Dios substancia y esencia/naturaleza se identifican con su divinidad. Son una misma cosa).

En Dios la substancia se identifica con su divinidad, mientras todos los demás seres creados se identifican con sus accidentes. Y así se dice que Pedro o Ana se identifican con su propia naturaleza, que es humana, pero no con la substancia física de la cual está construida su naturaleza humana, ya que la naturaleza humana es una forma accidental de la substancia y no la substancia misma. Aunque Pedro y Ana sí se identifican con su substancia metafísica o hipóstasis (sustancia/persona), es decir, con su yo personal.

Dios, que es espíritu puro, al carecer absolutamente de toda accidentalidad, se identifica con su propia substancia. Decir substancia divina es decir Dios. Por eso Dios es absolutamente simple (sin partes, sin potencialidad alguna, sin cambio...). Si entiendes esto podrás entender, hasta donde la capacidad humana nos lo permita, es decir, la razón iluminada por la fe, el porqué Dios es eterno y su aseidad, es decir que existe por sí mismo.

De aquí que Dios no posea partes (en Dios sería una imperfección). Por eso en Él no existe ni se da la división, ni los límites en dimensión y perfección.

Ahondando más profundo, de estas verdades se desprende que Dios no ocupa espacio, ni puede ser ubicado como las criaturas. Entonces ¿dónde está Dios? por eso Dios está en todas partes (en la creación) y en ninguna parte (en su ser trascendente) a la vez. Y de hecho Dios no necesita de un lugar para ubicarse.

Ahora entremos en una cuestión teológica más profunda: Antes de la creación, ¿dónde estaba Dios ubicado? En ninguna parte. ¿Por qué? Porque no existía lugar donde ubicarse. Si Dios no puede ser ubicado y no existe un lugar donde ubicar a Dios, ¿dónde está o cómo está presente? Por eso Dios existe y se ubica en sí mismo.

Para evitar cualquier interpretación errónea o falsa que pudiera conducir a una mutabilidad, movimiento o cambio en Dios, más que ubicarse en la creación, la creación se ubica en Dios. ¿Por qué? Porque fuera de Dios no puede existir nada (por sus atributos de esencia, presencia y potencia); ni siquiera el infierno ni los demonios y condenados existen fuera de Él.

Nota. Por eso cuando tú bendices y alabas a Dios lo haces ante él o en él, de igual manera cuando pecas y haces cosas contrarias a su voluntad lo haces ante él o en él, pues, como dice San Pablo, "en él vivimos, nos movemos y existimos" (Hechos 17, 28).

Dios no posee potencialidad de ninguna clase. En Dios sería una imperfección. La potencialidad es una capacidad o cualidad propia de las criaturas llamadas a la perfección. Es decir, las criaturas poseen la capacidad o potencialidad de pasar de lo menos perfecto a lo más perfecto según su naturaleza. Y así, un niño o niña son adultos y padres en potencia, un pichón de águila es un ave que vuela en potencia, la idea en la mente del artista está en potencia, una vez realizada y concluida está en acto...

Dios es acto puro; luego no cambia ni se muda; sus decretos son eternos e inmutables; existen desde siempre. De aquí que Dios no necesita pensar ni razonar, que es propio del ser humano (Dios no es un ser racional). Y esto porque el conocimiento de Dios es absoluto (omnisciencia)


De aquí que, todas las acciones de Dios que son percibidas en el tiempo por nosotros, en la eternidad de Dios son actuales. Cuando en oración se pide a Dios una gracia (un milagro por ejemplo) y lo concede Dios no está haciendo un acto de movilidad o cambio, sino que en su eternidad ya lo ha realizado en atención a la oración. Cuando Dios amenaza con un castigo y no lo cumple porque los destinatarios se arrepienten y se convierten (el caso de Jonás en la ciudad de Nínive), no es que Dios se haya arrepentido (como en algunos casos que leemos en el Antiguo Testamento) ni cambiado de parecer, sino que en su eternidad así lo decretó en atención de los conversos.

Por eso Él es el Trascendente (que está más allá e infinitamente por encima de todo); y el Inmanente, es decir, que todo en Él se identifica consigo mismo, con su divinidad: substancia, esencia, existencia, ser, eternidad, los atributos... Todo ello (que la razón humana, por medio de la teología, individualiza como entes de razón para poder estudiarlo y entenderlo en un lenguaje humano) en Dios es una misma y única substancia espiritual e indivisible.


Lo mismo podemos decir de la expresión “Dios es amor”: más que decir “Dios es amor”, ontológicamente hablando “Dios es el Amor, el Amor es Dios”.

Por eso la encarnación del Verbo es un misterio de fe, puesto que el Verbo, al encarnarse en el seno de la Virgen, no se separa de la divinidad a la cual permanece unido como un todo.

Dios es la Singularidad absoluta.

*Para un estudio amplio y profundo de este tema según el pensamiento católico a través del padre Antonio Royo Marín, o.p. (uno de los más grandes teólogos de España del siglo XX): Dios, su naturaleza.


Tercera parte: Eternidad / infinito y tiempo / nada


>Eternidad / infinito

En los temas anteriores hemos visto en qué consiste la naturaleza Divina y cómo ésta se separa infinitamente de las criaturas y de cualquier concepción puramente humana. Ahora veamos a profundidad otros aspectos que nos ayudarán a profundizar más y a entender mejor lo hasta aquí dicho como son los conceptos eterno / infinito.

*¿Puedes explicar qué es eterno? ¿Entiendes el concepto de eterno? ¿puede darse en nuestra realidad corporal?

*¿Puedes explicar qué es infinito? ¿Entiendes el concepto de infinito? ¿existe algún ente en nuestra realidad corporal que sea infinito?

*Entre el concepto de eterno e infinito existe una similitud y una diferencia, ¿puedes identificar cuál es? Explica.

Similitud. Tanto la eternidad como lo infinito poseen un elemento negativo, que niega el principio o el final: no poseen inicio, origen y no tienen fin. Para hablar y entender correcta y adecuadamente sobre el concepto eterno y el infinito hay que tener muy en cuenta estos elementos negativos o que niegan. Es muy importante que se asimile estos conceptos, por eso los voy a estar repitiendo constantemente. Pero aunque no se pueden dar en la realidad temporal de modo absoluto, son conceptos utilizados de modo relativo para expresar tiempo, tamaño, cantidad, distancia… que son indefinidos, incontables, impensables pero limitados por referirse a entidades contingentes, regidos por la duración.

Diferencia. Entre la eternidad y lo infinito existe una gran diferencia. Veamos:

>Eternidad: No posee simultáneamente comienzo ni fin (el concepto de “simultáneo” hay que tenerlo muy en cuenta). No se rige por el tiempo, está fuera del tiempo (atemporal) y abarca "todos" los tiempos (pasado, presente y futuro) a la vez; es un ahora infinito sin pasado ni futuro, sin antes ni después, pues lo abarca todo en un instante actual. Cuando no existía el tiempo él es. Por ello ninguna criatura por más perfecta que sea lo puede abarcar. Sólo es propio del Ser Absoluto »Dios.

De aquí que, el concepto eterno sólo puede ser utilizado de modo análogo cuando en este mundo o universo físico y temporal se menciona que algo es eterno (como la eternidad de la materia, que el universo es eterno) se refiere a que tal ente existe desde siempre o posee una duración indefinida, incontable, impensable. Y así podemos decir como Santo Tomás de Aquino que, no existe ningún inconveniente con la existencia de Dios un universo eterno (desde siempre), pues éste, como ente contingente, siempre requerirá de una Causa externa que le dé y lo mantenga en el ser. Dios, que es eterno, pudo muy bien haber creado el universo desde siempre. Lo que sí sabemos por fe es que el universo fue creado por Dios en un momento específico, pues así ha sido revelado.

Muchos hablan de la eternidad como un estado que puede darse en este mundo temporal, pero como hemos visto tal estado no puede ser abarcado por un ser que dure. De aquí que es absurdo y una falacia decir o asegurar que la materia sea eterna. Desde la fe, como hemos visto, sólo sería posible si Dios así lo hubiese dispuesto, no como ente eterno de modo absoluto (propio de Dios), sino relativo por ser contingente y temporal (que dura o posee duración), es decir, desde siempre por ser una existencia continua, que transcurre. Y así, mientras el concepto eterno se refiere a una existencia actual infinita, sin antes ni después, el concepto “siempre” se refiere a una existencia de duración indefinida puesto que transcurre en el tiempo.

La eternidad por sus implicaciones y propiedades no puede, mejor dicho es imposible que se dé de modo absoluto en la realidad temporal. No pueden en absoluto existir seres temporales y contingentes que sean eternos, como ya hemos visto, por la ausencia absoluta de un comienzo y de un final.

Es una verdadera contradicción: o son temporales y contingentes o… simplemente no pueden existir.

Luego ¿puede existir un ser que sea eterno en su existir e infinito en perfección y grandeza?

Si razonamos y comprendemos que los seres contingentes no son ni pueden ser eternos y hoy existen; y siendo que los seres no existentes no pueden, es imposible que se den ellos mismos la existencia (lo que es nada, nada puede hacer para existir), es lógico y razonable entender, que si hoy son es porque alguien tuvo que haberlos creado; haberles dado el ser y, por consiguiente, el existir. Esta realidad no quita que hayan “intelectuales” que se empeñen en hacer ver y creer que el universo sí pudo haber “salido” de la nada por sí mismo ¿¿??, y ello sin necesidad de un Creador. Por eso las titánicas invenciones de teorías tan fantasiosas para tratar de explicar el origen del universo de la nada. El problema de estos intelectuales es que, algunos por negar la filosofía confunden un concepto filosófico -la nada- con un vacío cuántico, y un vacío ya es algo pues posee propiedades físicas: dimensión, duración…; mientras que la nada es un ser de razón -que no existe en la realidad sino sólo como ente intelectual-, una invención intelectual que define la ausencia absoluta del ser, que no es, que no existe.

Ahora bien, el “no ser” es infinitamente incapaz de darse el ser a sí mismo; el paso del “no ser” al “ser”, de la no existencia a la existencia requiere de un poder que le sea de algún modo superior.

Sólo un ser de naturaleza eterna e infinita puede crear y dar el ser a lo que no era, el existir a lo que no existía.

Luego ¿puede existir un ser con esas cualidades?

Sí. Si se “ubica” donde le corresponde: fuera del espacio-tiempo. Es decir, en el estado espiritual y eterno donde el espacio, el tiempo y lo material no existen. La descripción que se ha dado hasta ahora de lo que es el ser Absoluto y en qué consiste el estado de eterno, nos dará la respuesta: de un modo claro y luminoso, o de un modo no tan claro, pero algo entendible, o incomprensible. Todo dependerá de qué tan dispuesto se esté para razonar, asumir y asimilar la información, y la cantidad de prejuicios que se posea que pudieran deformar o alterar las ideas.

Por consiguiente, el rechazo total y absoluto de entes contingentes y temporales eternos e infinitos no va contra la lógica ni la razón, todo lo contrario; de igual modo la existencia de un Ser eterno e infinito según descrito y conforme a los argumentos evidentemente convincentes y convergentes, es lógico y razonable que exista. De no existir, nada de lo que hoy existe hubiera existido.


Resumiendo: La eternidad por ser un estado infinito de un presente actual, donde el pasado y el futuro no existen, ni el antes ni el después, no puede ser abarcado por ningún ser que dura o posea duración. Solo el ser Absoluto y Trascendente, Dios, es eterno, o mejor dicho es el Eterno. De modo relativo es utilizado para indicar que al ser temporal no se le puede conocer los límites de su duración.


>Infinito: Aquello que en absoluto no puede ser abarcado (la misma eternidad), sin límites, sin inicio o comienzo y sin término o final. De modo relativo un tamaño o cantidad indefinida, desconocido. Puede ser aquello que tiene un principio pero no tiene fin (principio sin fin -ej. los números); o aquello que teniendo fin no tiene principio (fin sin principio -ej. los conceptos que hoy entendemos y que pueden actuarse como el triángulo o los mismos números, pero como conceptos -ej. la triangularidad, la cantidad- ¿cuándo comenzaron a existir? Si tenemos en cuenta que ante el Eterno ya existían como conceptos.

En Dios sería de modo absoluto todas sus perfecciones (ejemplo: El amor de Dios es eterno en cuanto a su existencia, e infinito en cuanto a grandeza); en las criaturas de modo relativo: muy grande, incontable, un valor que no puede ser medido, pero limitado por la duración y el espacio. Es así que no existe un ente físico, material que sea infinito en propiedad.

Preguntas de reflexión

*La materia o el universo, ¿es eterno? ¿es infinito?
*El espacio en el que está localizado el universo, ¿es eterno? ¿es infinito?

Para poder llegar a un juicio acertado, veamos el siguiente ejemplo: Se dice que los números son infinitos, luego ¿existe un número en concreto que sea infinito? Una cosa es que haya un número en concreto que sea infinito y otra, muy distinta y conforme a la realidad, es que tiendan a lo infinito; igualmente podemos decir de una recta la cual tiende a lo infinito. Haz el siguiente ejercicio intelectual: piensa en un número infinito..., si dices que pensaste en él ya no es infinito, pues el elemento de negación (sin fin) niega la existencia de tal número, pues un número infinito no existe ni puede ser pensado, ni mucho menos por entes finitos y temporales.

Si entendemos que el concepto "infinito" niega la existencia ya de un principio o de un fin, tal negación rechaza la existencia de un ente físico que pretenda poseer tal cualidad, por su condición de durabilidad, que dura. Luego no existe ni puede existir un número en concreto infinito ni una recta infinita ni ningún ente físico que sea infinito. Que tiendan a lo infinito, eso sí.

Por tanto, lo que es medible (en tiempo-duración: sucesos, cambios; y en espacio: longitud, distancia, tamaño) no puede ser eterno ni infinito.

Puesto que no teniendo un comienzo o un final, ese comienzo y ese final o término no existen ni pueden existir. Si no hay comienzo o si no hay final, no existen; y no pueden existir pues todo lo que tienda a lo infinito sin serlo jamás y por toda la eternidad llegará, pues ese final no existe en la realidad corporal; y todo lo que no tenga inicio o comienzo no puede existir hoy, pues ese comienzo o inicio enmarcado en la eternidad no existe; luego los seres contingentes a los que se les pretenda adjudicar un origen eterno e infinito, la razón y el sentido común nos señala que hoy no pueden existir.

Es por eso que la Teoría de la Relatividad de Einstein le otorga, junto con la materia y la energía, un punto de inicio al tiempo-duración y unos límites al espacio el cual se expande junto con el universo.

Resumiendo. Si el concepto infinito indica que "no tiene principio" o "no tiene fin" es un concepto negativo (que niega una realidad: su origen o su término o final); luego si ese principio y ese final no existen en la realidad (debido a que no hay un comienzo, no hay un origen, no hay un inicio, no hay un final), no pueden darse seres contingentes que existan desde la eternidad y que sean infinitos en propiedad, ya que tales atributos que niegan e indican la no existencia de un comienzo, niegan también la existencia de un ente físico y contingente al que se le quiera adjudicar tales propiedades. Luego un universo eterno no puede existir (que exista desde siempre sólo sería posible por la intervención de un Ente Eterno).

Esto es pensamiento filosófico.

Y así el pensamiento humano se va agudizando, va entendiendo y ampliando para ver la verdad y realidad objetiva según se va familiarizando con el objeto conocido y estudiado.

Para llegar al significado correcto de todo esto, lo importante no es solamente conocerlo, sino entenderlo, asimilarlo; hacerlo uno contigo intelectualmente.


>Tiempo / nada

En el tema anterior hemos visto en qué consiste la eternidad y lo infinito (de modo absoluto y de modo relativo) y el por qué estos conceptos no pueden darse en la realidad corporal y, por consiguiente, el por qué ningún ente contingente los puede abarcar. Ahora veamos a profundidad otros aspectos que nos ayudarán a profundizar más y a entender mejor lo hasta aquí dicho como son los conceptos tiempo / nada.

¿Qué es el tiempo? ¿existe? Metafísicamente hablando ¿existe el tiempo para las criaturas espirituales en el más allá? Después de la muerte ¿apareceremos en la otra vida ya resucitados con alma y cuerpo como enseñan algunos?

¿Qué es la nada? ¿existe? ¿pueden aparecer seres de la nada por sí mismos sin ayuda de una Causa ya existente?

Antes de pasar a los conceptos de tiempo y nada, repasemos la idea de eterno e infinito

Sé que estoy repitiendo los conceptos, pero esto hay que dejarlo lo más claro posible para poder entender dos grandes verdades:

a. La imposibilidad absoluta de la existencia de seres temporales y contingentes desde la eternidad e infinitos (entes regidos por lo temporal y que poseen intrínsecamente la duración no pueden ser ni eternos ni infinitos. El concepto eterno indica que tendrían un “tiempo” o duración infinito simultáneo, es decir, sin antes ni después; y lo infinito indica que el comienzo o el final no existen, luego tales seres temporales a los que se les pretenda dar esas propiedades no pueden existir), luego los conceptos eterno e infinito adjudicados a los entes temporales no pueden ser absolutos, sino relativos (incalculable, inimaginable, incontable, impensable…, pero limitados por la duración).

b. la absoluta posibilidad real de la existencia de un Ser que sí y en sí mismo puede contener y abarcar la eternidad y lo infinito, si lo entendemos y lo “ubicamos” donde le corresponde por naturaleza: fuera del entorno físico-tiempo-espacio (es decir, Dios no es un ente físico, material o algún tipo de energía cósmica, ni se rige ni es regido por el tiempo pues no dura o no posee duración ni ocupa espacio).

Ahora, hay ateos que, en su afán de negar cualquier posibilidad de la existencia de Dios (aunque sea remotamente probable), se dedican a dar una definición o descripción de la divinidad con características físicas y temporales. Por eso, para el católico que va a dialogar o debatir con no creyentes deberá primero especificar y establecer el concepto de Dios según la Iglesia Católica. En el siguiente enlace el teólogo católico P. Antonio Royo Marín, o.p., nos da una descripción de Dios según la doctrina católica: Naturaleza de Dios.

Es curioso y contradictorio el modo cómo algunos ateos razonan estos temas. Primero niegan la existencia de Dios porque no pueden concebir un ser consciente y atemporal que sea eterno (ausencia absoluta de pasado y de futuro, sin antes ni después, es decir, un presente actual infinito), e infinito en su ser, pero no ven ningún inconveniente en admitir que el universo inconsciente y temporal sea eterno o por lo menos infinito (sin principio, sin origen).

Por eso la importancia de entender que el concepto de eterno indica y señala un estado existencial donde el principio y el fin, el tiempo y el espacio no existen; luego es un estado que en absoluto no puede darse en la realidad temporal por la contingencia que la envuelve. Pero sí en la realidad o dimensión espiritual por no estar limitado por el espacio y el tiempo (duración).

Para que tengas una idea: antes de que Dios creara el mundo físico sólo existía el estado o dimensión (si así lo podemos llamar) espiritual. Y ese estado o dimensión espiritual es Él mismo. De aquí que Dios no estaba en ninguna parte, pues no existiendo lugar donde ubicarse, ya que Él no posee límites pues es infinito en grandeza, no hay lugar donde Él pudiera estar. Luego Dios no puede ser definido ni entendido desde nuestra percepción temporal y física. Sólo podemos conocer de él lo que se ha dignado revelarnos por Divina Revelación (conocimiento próximo y perfecto) y que la teología nos ayuda a conocer y entender; y lo que podemos conocer indirectamente por la creación (conocimiento remoto e imperfecto) y que la filosofía nos ayuda a conocer y entender gracias a la razón.

Nota. Tanto la teología como la filosofía son dos ciencias de conocimiento que la Iglesia de Jesucristo utiliza para interpretar y explicar la Divina Revelación en un lenguaje humano, que pueda ser entendido.

El concepto de infinito puede indicar un estado de comienzo sin fin (los números y la recta que tienden a lo infinito) o fin sin comienzo (el concepto de triangularidad o de cantidad que hoy entendemos, pero en cuanto a concepto, ¿cuando empezó a existir?

También lo infinito define lo que es simultáneamente sin principio y sin fin (como la eternidad).

»Pasemos ahora a explicar los conceptos tiempo y nada


>El tiempo

¿Qué es el tiempo? ¿existe? Metafísicamente hablando ¿no existe el tiempo para las criaturas espirituales en el más allá? Después de la muerte ¿apareceremos en la otra vida ya resucitados con alma y cuerpo como enseñan algunos?

El tiempo, ontológicamente hablando, no existe. Es simplemente la medida de lo que dura. Junto con el ser (cuando este comienza a existir) viene la duración. Y es esa duración que la razón humana divide en períodos y que llama tiempo. De aquí que el tiempo, al no existir, no es materia de ninguna clase, ni energía de ninguna clase, ni partícula de ninguna clase, ni onda de ninguna clase, no posee masa ni ninguna propiedad física o material, sino simplemente el tiempo es la duración de toda la creación (desde el primer instante que comenzó a existir, por ejemplo la singularidad antes del big bang) y que la inteligencia racional ha dividido en períodos, por consiguiente no puede ser afectado por nada, puesto que si éste es la medida intelectual de la duración de los seres contingente (que no pueden existir por sí mismo, sino que necesita de otro para existir), al hablar y decir que el tiempo es afectado por la velocidad o la gravedad es hablar del tiempo como de un ente físico, independiente de los entes físicos o materiales y temporales, cosa que no se ajusta con la realidad. Por eso como el tiempo es la medida de la duración, sólo puede ser afectado aquello que dura. Luego un reloj atómico que se atrasa por efecto de la velocidad, no fue el tiempo el que se atrasó, sino aquello que dura: el reloj (luego el atraso del tiempo del reloj es relativo, no real).

»Tiempo real: el que transcurre objetivamente y abarca toda la creación, y es dividido intelectualmente en secuencias y es medido.  Es sumamente importante para entender lo que es realmente el tiempo, que éste no es otra cosa que la medida de la duración del ser existente; de aquí que el tiempo no existe, es simplemente una concepción intelectual con la que la inteligencia humana divide la duración.

Cuando Dios crea el primer ser (la singularidad antes del big bang), ya éste viene o posee inherentemente, o más exactamente inmanentemente la duración. Y es esta duración en el ser creado que la razón humana puede medir y dividir en periodos. Por ser la medida de la duración, el tiempo, como ya dije, no existe, sino como ente de razón con el que el ser humano divide la duración del ser creado; y porque no es un ente físico o material (por el hecho de no existir) no puede ser afectado por ninguna fuerza de la naturaleza, sino en el ser que posee en sí mismo la duración. De aquí que, cuando se dice que se ha logrado alterar el tiempo en ciertos experimentos, o que en observaciones astronómica se ha logrado observar ciertas variaciones que indican una alteración en el tiempo, lo que realmente se ha observado es una variación en el comportamiento del objeto o ente que dura.

Muchas veces se habla del tiempo como si fuese una fuerza que, aunque intrínseco a la creación, la gobierna y la dirige al estilo y modo de como actúan las cuatro fuerzas de la naturaleza. Por eso se le adjudica al tiempo propiedades físicas como el que es afectado por la gravedad en un agujero negro por ejemplo (incluso que éste se detiene o es curvado por dicha fuerza), o que a la velocidad de la luz también sufre sus efectos, cuando en realidad los efectos de la gravedad y de la velocidad se dan en los objetos o entes que duran. De aquí que, según este principio hipotético u opinión, si el tiempo puede ser afectado por la gravedad y la velocidad, de igual manera puede ser manipulado para realizar viajes tanto al pasado como al futuro. (Sobre esto he comentado ampliamente en un artículo cuyo enlace pongo a continuación: El Tiempo. ¿Existe? ¿Se puede viajar a través del tiempo?).

»Tiempo relativo: el que es percibido por el sujeto pensante de modo subjetivo. (De aquí es que, según nuestro estado de ánimo o de distracción, podemos sentir subjetivamente que el tiempo "vuela" o es más lento que una tortuga.)

Según la Teoría de la Relatividad, en un viaje a la velocidad de la luz, en los viajeros se detendría tanto sus signos vitales que, aunque viajen décadas o siglos, casi no sentirían, de modo subjetivo, el paso del tiempo real, sino que sentirían o vivirían un tiempo relativo. Luego no es el tiempo el que se afecta, sino los entes que duran: los viajeros.

»Tiempo relativo de los seres espirituales creados: los ángeles y el alma humana por su condición de criaturas no pueden abarcar de modo absoluto la eternidad, por eso son sempiternos, es decir, que al ser creados fueron revestidos con una naturaleza espiritual e inmortal, por lo que nunca dejarán de existir. Y por no abarcar la eternidad como lo hace Dios (pues es propio de Él el serlo), podemos hablar de un tiempo relativo (inmortalidad) con referencia a la eternidad de Dios y análogo al nuestro por el que, un espíritu ante la visión beatífica de Dios un momento para él puede representar para nosotros cientos o miles de años; y una hora para nosotros puede representar para un alma en el Purgatorio años o décadas y para un condenado en el infierno décadas o cientos de años.

Ahora bien, se está propagando (entre los católicos) la idea de que como el tiempo, tal y como lo conocemos en este mundo físico no existe en la eternidad de Dios, los que mueren y alcanzan la gloria eterna, “despiertan” ya resucitados con su cuerpo glorioso en la resurrección final. Como el tiempo es inexistente en la eternidad, lo lógico es que quienes mueran también participen de dicha eternidad. Pero como a las criaturas (espíritus puros creados --ángeles--, alma humana) absolutamente les es imposible abarcar la eternidad, dicha eternidad en ellas es relativa, no absoluta, pues, como ya se ha demostrado la eternidad absoluta es propia de Dios. Es por eso que la existencia del alma humana que participa (o va a participar) en el más allá, a su estado la teología la llama sempiterna por el que se indica que tal ente tuvo principio pero no tendrá fin, y el estado de los ángeles, evo. Por consiguiente, no es un estado eterno absoluto (propio de Dios), sino relativo, es decir, un tipo de duración percibido muy distintamente a como percibimos la duración en este mundo.

Por consiguiente, la descripción e interpretación que aquí daré se basa en el hecho de que, como ninguna criatura puede abarcar la eternidad y como todos sus movimientos (alabanzas al Creador, actos de amor, comunicación entre los espíritus…) no están en un acto eterno (que es propio de Dios), son movimientos medibles de un modo análogo a como se mide la duración en el mundo físico y perceptible de manera muy distinta a como se percibe el tiempo (la duración) en este mundo.

De aquí que no tendría razón ni sentido, después de la muerte, el aparecer ya con el cuerpo resucitado en el juicio final como consecuencia basada en la ausencia de tiempo según se percibe en este mundo. Teológicamente sería una negación de la doctrina de la Comunión de los Santos (comunión que se da entre la Iglesia triunfante --la que está en el cielo--, la militante --la que está en la tierra-- y la purgante --la que está en el Purgatorio--). Pues si después de la muerte se “despierta” en el juicio final ya resucitado, no puede haber intercesión de los santos ya que dicha creencia da a entender que los que mueren ahora quedan dormidos en el sepulcro hasta el juicio final (doctrina protestante). Si la doctrina oficial de la Iglesia Católica enseña que hay comunión entre los que aún vivimos con los que están en el Purgatorio y los que están en el cielo, es porque se da un lapso medible de duración que puede ser perceptible, aunque de modo diverso a como percibimos nuestra duración. Recuerda que esta interpretación y descripción se basa en la imposibilidad absoluta de que las criaturas puedan abarcar la eternidad, que es propia de Dios. Es decir, según esta realidad y la doctrina de la Comunión de los Santos y la del Purgatorio, después de la muerte hay un "tiempo", aunque relativo, de espera y de modo consciente ya en el Cielo, el Purgatorio o el Infierno antes de la resurrección y el juicio final.

Conclusión. El tiempo, ontológicamente hablando, no existe. Es simplemente la duración conjunta de todos los seres contingentes y temporales existentes; duración que la inteligencia humana ha dividido intelectualmente en periodos (segundos, horas, días, años, siglos…), y que, por lo tanto, no puede ser afectado por ningún ente físico, sino en aquello que dura. De aquí que no es posible el viaje en el tiempo tal y como es presentado en series y películas de ficción.


>Ser y no ser. El concepto NADA

¿Qué es la nada? ¿existe? ¿de verdad pueden surgir cosas de la nada por sí solas y sin ayuda de una causa ya existente?

Para que un ente exista necesita de substancia, luego existe; si no existe la substancia, no puede existir el ente.

Ahora bien, el hecho mismo de “no ser” indica que no existe, luego no puede él mismo darse la existencia como algunos "intelectuales" pretenden que así es, pero no puede ser puesto que, de hecho, no existe.

Algo que debemos tener muy en claro es que, el “no ser” no radica en un lugar llamado nada. Muchos confunden la nada con un lugar o estado de donde van saliendo cosas. Hay científicos (y otros tantos no científicos) que la confunden con el vacío. Pero el vacío realmente ya es algo con propiedades como la dimensión o la duración, pues ocupa espacio y es medible en tiempo. De que de ese vacío salga o se cree algo es del todo falso e indica falta de conocimiento en los conceptos. Por eso hay "intelectuales" que creen y todavía hablan de la materia que se va creando en el universo. Por más teorías que se inventen (como, por ejemplo, que según se va expandiendo el espacio de él va surgiendo materia ¿Cómo? ¿De dónde? ¿De la “nada”?) no pueden hacer que lo que no existe se dé él mismo la existencia, por el hecho mismo de no existir.

De la nada no pueden salir ni sacarse cosas, pues la nada no existe, luego no es un lugar; la nada es un ser de razón, un concepto puramente intelectual o de razón para designar lo que no es, lo que no existe, por lo que la nada no existe.

No se puede decir que la nada está aquí o allá, pues no es un lugar que pueda ser ubicado.

Cuando se dice que Dios crea de la nada, se quiere decir e indicar que Dios da el ser a lo que antes no era, y el existir a lo que antes no existía. Luego no es que Dios saque seres de la nada, pues de la nada, nada se puede sacar, pues ni siquiera ella misma existe ni puede existir. Luego lo que no existe nada puede hacer para darse la existencia pues no es, no existe.

Esta dificultad es la que ha llevado a algunos intelectuales a tratar de buscar alguna solución para el origen del universo entendiendo que éste no es eterno. De aquí que Hawking desarrolla diversas teorías las cuales han sido expuestas anteriormente, las que iremos repasando.


1.Primero. En un documental que ví hace varios años S. Hawking desarrolla la teoría de que como antes del big bang no existía el tiempo, tampoco podía existir nada antes del tiempo, ni siquiera una Causa que diera origen al universo. Aquí Hawking pretende asegurar que la idea de un ente atemporal es imposible que exista, sólo y únicamente pueden existir entes temporales. Y ¿por qué? porque él lo dice. Con esta teoría, más que científica, filosófica, lo que sí asegura es que el universo no es eterno, luego, según lo estudiado anteriormente necesitó de un Creador para poder pasar del no ser al ser.


2.Segundo. Años después presenta otra teoría por la que explica que el origen del universo se debió a una fuerza gravitatoria. Pero esta teoría plantea otro problema filosófico, ¿es eterna tal fuerza gravitatoria? Según la primera teoría (y lo explicado hasta ahora de lo que es ser eterno e infinito), no, no es eterna. Entonces ¿quién dio origen a tal ente físico? Volvemos al mismo problema filosófico que se quería evitar: Dios.


3.Tercero. La siguiente teoría pretende superar las anteriores, pero, al igual que las anteriores, más que científica es filosófica. Si retrocedieramos en el tiempo hasta el big bang y más atrás, se continuaría retrocediendo hacia la nada pero sin llegar a ser nada, un retroceso infinito, para siempre. Es decir, Hawking quiere hacer ver que si en este retroceso no se puede llegar jamás al inicio, tal inicio tampoco tiene principio, no tiene origen, luego no hace falta un Creador. Esta teoría, como ya he mencionado, más que científica presenta el problema filosófico de que, como hemos visto, no es posible la existencia real de entes temporales que sean infinitos, pues el mismo principio que niega un origen, un inicio, también niega su misma existencia.

Es así que al presentar teorías imposibles de verificar científicamente, se embarca en desarrollar teorías filosóficas que, a la postre, como hemos visto pueden ser debatidas y superadas.

Reconozco la grandeza de sus grandes aportes a la ciencia, pero en materia filosófica…, si a esto incluimos que había asegurado que la filosofía ha muerto, en este campo no se puede esperar mucho de él.

Y si a esto añadimos que estas teorías del origen del universo las apoya en conceptos imaginarios (números imaginarios y tiempo imaginario), es decir, invenciones intelectuales, que no existen en la realidad, entonces ¿cómo podemos creer en teorías basadas en conceptos imaginarios cuyo fin es tratar de negar la existencia de Dios? Luego, para quienes creen que Hawking pudo demostrar científicamente que Dios no existe, se equivocan. Además lo que sí él pudo demostrar es que, con tal de negar a Dios, vale cualquier teoría por más absurda que sea con tal de conseguir dicho propósito.

Es como si yo dijera que los unicornios sí existen y lo demuestro de la siguiente manera: porque los unicornios pueden existir en un universo paralelo al nuestro (universo imaginario) y porque como dos unicornios más dos unicornios dan cuatro unicornios, y como las matemáticas no fallan, el resultado es verdadero, luego los unicornios sí existen.


Conclusión. La nada, ontológicamente hablando, no existe. Simplemente es la definición intelectual con el que la inteligencia humana trata de definir y explicar el “no ser”, lo que “no es”, lo que no existe. Para muchos intelectuales que dicen que el universo surge de la nada, o que una partícula se crea de la nada y luego vuelve a ella, lo que están es confundiendo términos: el vacío cuántico con un concepto filosófico llamado nada. Pero un vacío, sea cual sea su naturaleza, ya es algo pues posee propiedades físicas que pueden ser medibles como la dimensión, la duración…, mientras que la nada no, ella simplemente es un ser de razón que sólo “existe” en la mente humana, no en la realidad. De existir en la realidad ya no sería nada, sino algo.

***
Nota. En el siguiente enlace (¿un universo de la nada?) el autor, que es físico, nos irá explicando cómo algunos científicos confunden el concepto “nada” con otra cosa y aclarando algunas cuestiones de vital importancia e interés: http://frasesdedios.blogspot.com/2018/03/un-universo-de-la-nada-miguel-pelacho.html?m=1 Para acceder a las otras partes de este artículo en página principal.
***

Te puede interesar:

*Muchos científicos tienen una imagen infantil de Dios

*El azar de los huecos / el dios de los huecos. En este tratado se explica cómo algunos ateos construyen su idea de Dios para luego poder eliminarlo. También gracias a la creación podemos entrever algunos de los atributos divinos.

*La Santísima Trinidad. Según explicada y enseñada por la Iglesia Católica.


II. Objeciones a la existencia de Dios

1. Eternidad de Dios vs eternidad de la materia

Dice el Ateo: «¿Cómo puede existir un ser consciente que exista desde siempre? ¿que sea eterno?»

Si eres ateo, explícame, ¿cómo puede la materia existir desde siempre? ¿ser eterna?

«Es que ésta se va creando».

Pues, explícame, ¿cómo es que ella se va creando por sí misma si no existe? Claro, se han propuestos diversas teorías para tratar de explicar tal evento como la teoría cuántica; o la expansión del mismo espacio, que contiene al universo, provoca de alguna manera el surgimiento de la materia... El ser humano, que no desea tener nada que ver con Dios, siempre se inventará alguna teoría para tratar de explicar las realidades físicas sin necesidad de un Creador.

Es del todo inquietante y perturbador esta realidad en la que no solamente se enredan los ateos, sino también muchos que dicen creer en Dios.

Esta postura trae como consecuencia otras tantas interrogantes que deben ser aclaradas.

Primero. Si Dios no es eterno quiere decir que fue creado por alguien, por lo tanto ya no es Dios ni mucho menos el Dios en el que creemos los monoteístas. Entonces caemos en un absurdo, en una línea infinita de creadores de Dios, pues quien creó a Dios, lo tuvo que haber creado otro, y a éste otro, y así indefinidamente desde siempre. Por lo tanto, caemos en la misma trampa de invocar al primer Dios que desde la eternidad comenzó a crear a Dios. ¿Cuántos dioses hay entonces? ¿Puedes entender este absurdo, este enredo de la incapacidad humana que a todo le quiere buscar cinco patas al gato?

Segundo. Si partimos de la premisa de que Dios no puede ser eterno, por lo tanto, fue creado, entonces concluimos que ese Dios que no puede ser eterno y fue creado ya no es Dios, sino una criatura de otro Dios. Por lo tanto, ese Dios que tú piensas no puede ser eterno, es distinto al Dios en el cual yo creo, puesto que el Dios en el cual yo creo y he puesto toda mi confianza sí es eterno e inmutable.

Tercero. El problema para quien se hunde y se pierde en dicho pensamiento es que no tiene una idea clara de quién es Dios, en el sentido de que lo percibe como un ente atrapado en el espacio-tiempo como lo estamos nosotros, que al estar acostumbrados a percibir cada objeto desde nuestra visión espacio-temporal no podemos imaginar cómo es existir desde la eternidad. Para vencer este obstáculo y responder clara y adecuadamente a esta interrogante --que he de suponer ha perdido y confundido a tantos que se han enredado en sus garras-- hemos de estar claros que Dios no es un ente físico o material. Él está fuera del espació-temporal, es decir, Dios no ocupa un espacio o lugar determinado ni se rige por el tiempo. Para Él el pasado y el futuro no existen, la eternidad no posee un antes ni un después, pues ella es un presente eterno, pues Él en un sólo acto contempla y tiene ante sí toda la eternidad. Si esto no lo entiendes, felicidades, ello quiere decir que tú no eres Dios ni que Dios es una criatura. Así pues, no pretendamos ser capaces de entender a Dios, pues así como el entero es siempre mayor que su parte, la eternidad no cabe en lo temporal, pues aquella es infinitamente mayor que ésta.

*Te puede interesar: Si todo tiene una causa ¿quién creó a Dios? (la estrategia de Dawking)


2. Absurdos y falacias ateas

Hay ateos que no se conforman con profesar su fe en la nada. Sino que pretenden y, en cierto modo, exigen del Dios del cual no creen exista, unos actos tan absurdos como la fe que dicen profesar.

a. «Si Dios es todopoderoso, ¿por qué no puede crear una piedra que ni él mismo pueda destruir o mover?»

Primero. Porque Dios no hace absurdos, ni mucho menos se deja llevar por los caprichos infantiles de los hombres que a todo buscan una excusa con tal de mantener sus intereses personales.

Segundo. Dios no puede hacer una piedra que ni él mismo pueda destruir o mover porque 1) todo lo que él crea, por el simple hecho de ser un ser creado jamás podrá ser más que su Creador, por más perfecta que pudiera ser la tal criatura; 2) Si Dios es el Absoluto, no puede existir algo que sea más fuerte que Dios, puesto que si es así, Dios no sería el Absoluto, sino aquello que fuese más que Dios. El ser Absoluto, al abarcarlo todo (desde lo eterno a lo eterno, y de lo infinito a lo infinito) no deja lugar para otro Absoluto.

Con esta actitud se cae en la misma trampa con relación a la eternidad de Dios, al pretender reducir a Dios a un ser que debería ser entendido por nuestra limitada capacidad mental. Es tratar de meter al Todo dentro de una infinitésima parte.

b. «Si Dios lo puede todo, ¿por qué no puede hacer un
circulo cuadrado?»

La misma respuesta que di arriba la doy aquí: ¡Dios no hace absurdos ni se deja llevar por los caprichos infantiles de los hombres que buscan y prefieren hundirse en la nada antes que aceptar al Todo!

¿Puedes tú entender lo que es un circulo cuadrado? ¿no? Entonces, ¿por qué ese afán de cabalgar sobre los lomos de la necedad y la incertidumbre? Si para el ateo es más valioso el vacío, la nada absoluta, ese es su problema, pero, por favor, tú que no crees en Dios, muy bien, esa es tu fe y la respeto, pero no te sigas hundiendo en el absurdo e infantilismo de excusas para tratar de arrancar de tu conciencia cualquier vestigio que pueda haber o quedar de Dios.

Todo esto es muestra de que la fe del ateo verdaderamente es tan oscura e irracional, que para los que creemos verdadera y fielmente en Dios no nos podemos explicar cómo es posible que hayan quienes nieguen la existencia del que es el Amor. Creo que sólo se puede explicar cuando las malas experiencias mal asumidas son identificadas con un dios cruel y tirano que permite tales destrozos, o con un Dios que debe ser eliminado a toda costa cuando interfiere con mis deseos y gustos desordenados, prefiriendo a las criaturas antes que a Él.

*Te puede interesar: Falacias ateas


Para concluir te diré dos secretos:

1) Dios sí pudo construir una piedra que ni Él mismo va a destruir ni mover. ¿Quieres saber cuál es esa piedra? Dice la Biblia que «la piedra que desecharon los arquitectos es ahora la Piedra angular». ¿Sabes a quién se refiere? ¿Sí? A Jesucristo. Él es la Piedra que ni Dios mismo podrá destruir ni mover, pues esa Piedra es Él mismo: el Dios hecho hombre.

2) El segundo secreto es que Dios sí pudo hacer un circulo cuadrado ¿No sabes cómo? Pues, muy fácil, uniendo lo divino con lo humano en su Iglesia. Sí, esa. La que Él fundó y dejó establecida en el mundo para ser sal y luz en medio de las tinieblas que arropan la mente y el corazón del hombre.

El círculo al llevarlo a la esfera por ser perfecta significa toda la parte divina de la Iglesia: la Divina Revelación a ella encargada, los Sacramentos y el culto divino público y privado, y todos los tesoros sobrenaturales que ella encierra para llevar al hombre y la mujer, que así lo deseen, a las más altas cumbres de la santidad y unión con Dios. Y el cuadrado que es signo de esa misma Iglesia constituida por seres humanos imperfectos y pecadores, pues para eso es que estamos en la Iglesia y somos, por el bautismo, incorporados a la Iglesia y somos la Iglesia, para que podamos ser corregidos y sanados de nuestros defectos e imperfecciones para poder asemejarnos más a Cristo, el hombre perfecto.

Así pues, como católico tenemos una respuesta sólida ante las preguntas infantiles de ciertos ateos, que se creen unos grandes pensadores, pero al parecer su cerebro se quemó de tanto pensar.

Poseemos la respuesta a sus cuestionamientos: 1) En Jesucristo la Piedra que ni Dios mismo puede destruir ni mover por ser Él mismo esa piedra; 2) En la Iglesia la unión de lo divino y lo humano, la santidad y el pecado, la perfección y la imperfección, el círculo cuadrado de la verdadera fe que sólo pudo haber sido creado por Dios.

Ante la realidad aquí expuesta puedo concluir que el ateo no es sincero con lo que postula y en lo que cree.

a. Por un lado rechaza la existencia de un Ser eterno puesto que es incomprensible para la mente humana tal existencia; pero está dispuesto en creer en la eternidad de la materia.

b. No puede creer y aceptar que Dios pudo crear las cosas de la nada, es decir, sin ninguna materia prima o preexistente, o sea, sin nada; pero es capaz de aceptar y dar fe de que la materia no existente se da ella misma el ser, es decir, se crea ella misma. Por eso algunos científicos hablan que la materia se va creando todavía en el universo. ¿Algún científico o profesor puede explicar cómo es ese proceso? Aunque Hawking lo intentó, fracasó al señalar que el universo se creó, por gravitación, de la nada. ¿Pero quién creó esa gravitación? Y nada de hipótesis cuántica puesto que aquí no es cuestión de opiniones sino de evidencias.

c. Son incapaces o no quieren admitir que el orden y perfección del universo está dirigido por una Inteligencia que lo gobierna con perfecta sabiduría; pero son capaces de admitir que el orden del universo es debido al puro y ciego azar, a la pura casualidad, es decir, lo inconsciente, lo imperfecto, el no ser, la nada, lo absurdo es quien gobierna y dirige este universo.

Muchos, enredados y confundidos al no poder dar una respuesta naturalmente sólida, clara y exacta de la verdad y realidad del universo hoy existente, prefieren enredarse en hipótesis y actos de fe aún más complicados e inexplicables que la Verdad de la que quieren huir, por eso se hunden, apoyando su fe atea, en afirmaciones insostenibles como la fe en los universos múltiples o paralelos al nuestro, el universo oscilante o cíclico y, lo más absurdo que se pueda concebir, que nosotros mismos somos nuestros propios creadores, o que somos una simulación virtual generada por una súper computadora creada por seres humanos extremadamente avanzados en el futuro ¿¿¿¡¡¡!!!???. Y después se atreven a decir y asegurar que los creyentes somos ignorantes, retrógradas, irracionales, alejados de la realidad...

___________________

Oasis de Salvación y verdad, toca aquí para: Información y formación para el católico de hoy (tratados, vídeos, blogs y páginas web, otros) sobre Dios, Jesucristo, Iglesia, Divina Revelación (Biblia y Tradición), Dogmas de fe, protestantismo y ateísmo, leyendas negras contra la Iglesia y las contribuciones de la Iglesia a la Humanidad...


No hay comentarios:

Publicar un comentario