C. Por vía indirecta, pero objetiva.
Esta vía es la más clara y luminosa para acceder a la existencia y realidad de Dios, por conocimiento puramente natural, gracias a la luz natural de la razón. (Pero para ello hay que liberarla de todo prejuicio y fanatismo, de todo interés egoísta por las cosas del mundo más que del Creador, que son un terrible obstáculo a la hora de decidir --ver Mateo 6, 24--).
Mientras que para un conocimiento íntimo y absolutamente perfecto de Dios sólo es posible por la Divina Revelación; conocimiento que podemos alcanzar gracias a la luz sobrenatural de la fe que hemos recibido en el bautismo, y que podemos acrecentar al cooperar a la gracia divina. (El Evangelio dice que Jesús es quien dará a conocer la verdad y realidad del Padre a quién él quiera -Mateo 11, 27; Juan 14, 5-7-.)
Para poder acceder objetivamente al conocimiento y realidad de un ente existente, y máxime si a este ente hay que llegar de un modo indirecto, debemos tener en cuenta varios elementos o principios del conocimiento. veamos.
i. Existencia del ser
Para hablar de existencia, ésta tiene que hacer relación a algo o ente, y ese algo o ente hace relación al ser. De no haber esta relación mutua, sólo puede darse la nada; más exactamente lo que no es. Luego el ser y el existir se complementan para constituir la realidad substancial de ese algo o ente.
I. Definiendo
Para conocer realidades que están más allá de un conocimiento directo, hay que conocer, y más que conocer, entender algunos conceptos que ayuden al raciocinio en este proceso de ver y entender dichas realidades.
1. Substancia y Esencia: El soporte o fundamento de las cosas; lo que le da el ser y el existir. La substancia vendría siendo en los seres creados el primer elemento creado y que constituye su fundamento, su razón de ser y existir. También en un sentido metafísico lo que distingue, en los seres racionales, a Juan de Pedro (la persona). La esencia o naturaleza es lo que hace que una cosa sea lo que es y no otra (es agua y no vino); lo que distingue una cosa de otra (un árbol de una piedra); lo que lo define (hombre).
-En los entes físicos la substancia sería el elemento que sostiene a la partícula más pequeña y simple conocida: los quarks, los leptones, los fotones, los bosones y los gluones; la substancia, creada por Dios en el principio, es lo que le da su razón de ser y existir.
-En los seres inmateriales sería el elemento puramente espiritual (increado »Dios; creado »ángeles, alma humana).
-En las esencias puramente intelectuales lo que solamente puede ser captado y entendido por los seres racionales (ser humano) e intuitivos (ángeles); con relación a seres materiales: el concepto de triangularidad, de las diversas formas, de los universales...; con relación a realidades abstractas y metafísicos: el concepto de paz, amistad, familiaridad, persona, absoluto, nada...
2. Ser y ente: El ser, aunque no puede ser definido, se refiere a la universalidad de todo cuanto existe: la misma substancia y esencia. El ente es aquello que posee substancia y esencia. Se refiere a todo cuanto existe y que, por lo tanto, puede ser conocido. Existen dos categorías:
Ser Absoluto: Es aquel que lo abarca todo en grado sumo (eterno e infinito), y como tal no deja espacio para otro absoluto (de aquí que es un absurdo el pretender que Dios, para poder existir, debería ser capaz de crear una piedra que ni él mismo pueda destruir o mover. Si él es el Absoluto ya él agotó dicha cualidad por lo que ya no es posible la existencia de otro absoluto). Existe por sí mismo y no necesita de otro para existir (aseidad). Él es la Causa de todas las causas.
Ser Contingente: Todo cuanto existe y que depende de otro para existir. Es limitado y finito en todas sus partes. Se distinguen también dos categorías:
Corruptible: Todos los entes físicos o materiales que, por su misma naturaleza, se rigen por los movimientos, las transformaciones y las sucesiones o simplemente por la duración (tiempo).
Incorruptible: Todos los entes espirituales creados que, por su misma naturaleza y por una acción especial del Creador los mantiene indefinidamente en el ser. Y ello porque Dios es creador y no aniquila lo creado. (Aniquilar o devolver a lo que no es conlleva un elemento de arrepentimiento y de error o equivocación, que en el ser Absoluto es absolutamente imposible que se dé --error éste en el que caen algunas sectas que enseñan que Dios aniquilará a los perversos reduciéndolos a la nada, nuevamente al no ser, tal y como enseñan los Testigos de Jehová y los Adventistas del Séptimo Día--).
Resumiendo. Mientras la substancia es el soporte de todo cuanto existe y pueda existir como ser (físico y metafísico), la esencia le confiere su propia naturaleza e individualidad como ente (partículas, átomos, moléculas, piedras, plantas, animales, hombres, almas, ángeles).
Desde el punto de vista de la filosofía Dios es el Ente al cual se puede acceder por medio de la razón, es decir, conocer de Él lo que la razón humana puede conocer por medio de la creación, aunque de modo imperfecto. Desde la teología la substancia de Dios se identifica con su esencia, existencia, eternidad... Son un mismo y único Ser. Más adelante ampliaremos sobre ello.
3. Nada o no ser: Es la carencia de ser: lo que no es, que no existe, de manera absoluta. La nada es un «ser de razón» que la inteligencia crea a partir del ser, en oposición radical con éste, y que manifiesta el poder de la inteligencia de rebasar el hecho individual de existir (Diccionarios del Cristianismo. Ed. Herder. 1986).
Por consiguiente, no podemos ubicar la nada fuera de nuestro intelecto, fuera de nuestro pensamiento puesto que ésta no existe en el mundo real y material ni espiritual. Si cogemos un embase y lo vaciamos hasta un vacío absoluto, ¿eso es la nada? No. Puesto que es algo: un espacio vacío que ocupa un lugar. Luego la nada no es un lugar de donde salen las cosas, sino un concepto intelectual que indica o define lo que no es o lo que no existe. Nada más.
De esta verdad se desprende que, los seres contingentes es infinitamente imposible que se den a sí mismo el ser. Lo que no existe, nada es y nada puede hacer para existir. A menos que ya exista un ser
contingente que les dé el ser (un hombre en unión con una mujer a otro hombre o mujer, un animal a otro animal, una planta a otra planta...), o, en su defecto, el ser Absoluto al ser contingente. Sólo de estos dos modos se puede llegar a tener el ser y el existir.
(Es por eso que cuando se dice, o mejor dicho, se teoriza que ciertas partículas surgen de la nada y luego desaparecen, habrá que buscar una explicación lógica y científica para explicar dicho fenómeno. La partícula o bosón de Higgs pudiera ser la clave para tal evento).
En estas definiciones el «verbo ser» y el «concepto ser» juegan un papel de vital importancia para entender los conceptos que se van a utilizar aquí. Es de suma importancia entender lo que significa "ser" (lo que es; lo que existe »la substancia tiene que darse para que haya un ser o ente existente), y "no ser" (lo que no es; lo que no existe »es la falta absoluta de substancia). De entender estos términos será fácil llegar a un conocimiento exacto de la realidad existencial de las cosas.
Ahora bien, la existencia se puede dar de dos maneras:
a. Absoluta (por sí misma). Dice del Acto puro, de la Primera Causa Incausada o Increada, del ser Necesario »Dios.
b. Relativa (que depende del primero). Dice del que depende de la Primera Causa Incausada o Increada (causas segundas, y estas a las causas terceras, y así sucesivamente -seres contingentes-).
II. Adjudicación del concepto existir
Y así, la existencia se refiere a lo…
1. Que es; que permanece en el ser.
a. En Dios la existencia se identifica con su ser, y su ser se identifica con su divinidad: Dios es.
Por consiguiente, en Dios él mismo es su propio ser y existir. Decir Dios es decir o hablar de su ser y existir, que en esencia son lo mismo.
Luego Dios es el Inmanente.
*Dios es en esencia la Existencia Absoluta.
b. En las criaturas se da la existencia no por virtud propia, sino por otro que les dio y les comunica el ser.
*Existencia relativa y contingente.
2. Que es; que posee substancia y esencia.
a. La esencia de Dios es: existir.
Así decimos que Dios es: Existencia, Ser, Amor, Bondad, Justicia, Paz, Belleza o Hermosura, Luz, Felicidad, Eterno, Infinito, Vida…; y no que Dios tiene o posee. (Todos estos atributos divinos que la teología se ha encargado de estudiar individualmente, en esencia es Dios mismo; una sola y única substancia espiritual e indivisible --inmanencia de Dios--. Las divisiones que se hacen de la substancia divina es meramente intelectual, de razón, pues su objetivo es darnos a nuestra pobre e imperfecta capacidad humana un modo de entender, en la esencia divina, todos sus atributos, actos y perfecciones que, en esencia, son uno solo.)
b. La esencia de las criaturas es: existir por otro.
En las criaturas su ser o entidad la reciben al empezar a existir su substancia, o los accidentes que la van a componer en la substancia ya creada.
Y así decimos que las criaturas no son por sí mismas, sino por otros.
Luego tienen o poseen: existencia, entidad, bondad, belleza, vida…, y todas las cualidades como reflejos de su Creador; y no que son.
Ahora bien, tanto en Dios como en las criaturas se dan una misma realidad: el existir y el ser; pero en ambos se da una diferencia específica. ¿Puedes identificar cuál es? En Dios son una mima cosa con su divinidad que es una; las criaturas poseen el existir y el ser.
3. Lo que no es
La mejor manera de conocer un ser es definirlo por lo que no es, por lo que no posee.
a. Dios
Ante la pregunta ¿Dios existe?, primero hay que responder ¿qué Dios? Pues según sea el concepto que de Dios tenga el que pregunta, así será la respuesta. Sólo existe el Dios que se ha revelado. Para llegar a un
conocimiento exacto de Dios hay que, primeramente, tener en cuenta lo siguiente:
1) No es materia. Si Dios fuera un ser material, podría ser conocido por los sentidos externos y de manera experimental; pero sería un absurdo que fuera Dios, pues estaría sujeto a los cambios evolutivos de la materia aun suponiendo que su existencia fuese inmortal, no eterna. Ante tantas limitaciones del ser material no sería el ser Absoluto.
2) No es criatura. Dios no es ni animal ni hombre (como es entendido en las religiones no monoteístas: como las politeístas y animistas), ni masculino ni femenino (Deuteronomio 4, 15-20).
Dios no es un ser creado (no es criatura); él existe por sí mismo, pues su esencia es existir (aseidad). De haber sido creado, no sería Dios, sino criatura. Si piensas y te cuestionas que quién creó a Dios, o que Dios tuvo que haber tenido un principio, un origen, por lo que tuvo que haber sido creado, no estás pensando en el verdadero Dios, sino en una caricatura de un dios.
Luego si Dios no es criatura ni hombre ni absolutamente nada semejante, cuando en la Biblia se le adjudica a Dios acciones humanas: arrepentimiento y pesar de haber obrado de tal manera, o que sopla o que descansa; o se le adjudica miembros humanos (espalda, manos, pie...); todo ello hay que interpretarlo en su género literario; y también como Dios al inspirar al autor sagrado no le violenta su conciencia y libertad, éste sigue obrando y escribe según su cultura y modo de ver y entender la naturaleza y realidades circundantes. Dios, en su infinita sabiduría, valiéndose de las circunstancias históricas del hagiógrafo, revela verdades de fe que luego serán manifestadas a plenitud por Jesucristo en su Iglesia por la acción del Espíritu Santo.
3) No es un tipo de energía universal o cósmica. Como es el caso del panteísmo cuya filosofía es identificar a Dios con la naturaleza: Dios es la Naturaleza, la Naturaleza es Dios (y así la religiosidad "New Age" o Nueva Era, la Astrología y otras espiritualidades afines como en la película "AVATAR" o el concepto de “la Fuerza” en La Guerra de las Galaxias -Star Wars-). Pensar en Dios como en un tipo de fuerza o energía cósmica, es pensar en un ser creado y contingente, no en el Ser Absoluto.
Existe la anécdota (que vi en un documental) que a George Lucas, creador de la saga de "Star Wars", un grupo de personas influyentes se le acercaron y le propusieron que creara una religión basada en la filosofía de dichas películas sobre el concepto de "la Fuerza". Gracias a Dios George Lucas se negó rotundamente a tal proyecto y engaño.
b. Las criaturas
1) No son espíritu. La vida espiritual trasciende la materia y no es influenciada por ésta. Sólo los ángeles y el alma humana son seres espirituales. El ser o ente puramente material de por sí es incapaz de concebir, de ninguna forma, la idea de espíritu, pues esta realidad rebasa infinitamente la realidad material. De aquí que podemos inferir que si el ser humano fuese pura materia, como aseguran los ateos y materialistas, le hubiese sido imposible, aun suponiendo que fuese sumamente inteligente, el concebir ni mucho menos entender las realidades espirituales, pues estas le serían absolutamente ajenas a su realidad física y material.
2) No son eternos. El sentido de eterno corresponde soló y exclusivamente al ser Absoluto. Dios es el único ser que no es regido por el tiempo ni el espacio, pues está fuera de toda temporalidad y duración (en Dios la duración no existe, pues él es presente eterno, sin antes ni después); él es Acto puro. Las criaturas al ser regidas por lo que la inteligencia humana ha llamado tiempo (la duración que se manifiesta en el movimiento, sucesiones y transformaciones) es absolutamente imposible que tengan existencia eterna o infinita, pues el hecho mismo de no origen, de no principio les niega su misma existencia. Sólo los ángeles y el hombre (por su alma espiritual) comparten, de modo relativo, la eternidad de Dios, por eso son llamados seres sempiternos, es decir, seres preservados definitivamente de la corrupción, pero por su condición de criaturas, no gozan de la total simultaneidad de la eternidad. De aquí que podemos hablar de un tiempo relativo para las criaturas espirituales que, en el caso de los ángeles es conocido en teología como "evo".
Los seres físicos o materiales, por su condición de criaturas dependen de otros para existir; luego por su contingencia no pueden ser eternos.
Por eso, la conclusión a la que llegó Stephen Hawking (en una de sus hipótesis) -uno de los más grandes físicos y cosmólogos de nuestro tiempo- es, aunque científicamente correcta como hipótesis, falsa al asegurar que Dios no puede existir cuando afirma que “como el tiempo mismo surgió en el momento del Big Bang es un acontecimiento que no puede haber sido causado o creado por nadie ni por nada”. Y así asegura que, “finalmente encontramos algo que no tiene una causa, porque no existía un tiempo en el que pudiera existir una causa. Para mí esto significa que no existe la posibilidad de un creador, porque no hay un tiempo en el que pueda haber existido un creador”. Vemos cómo una mente tan brillante, como la de este gran físico, puede equivocarse en su definición de Dios, al desconocer la naturaleza de Dios, al identificarlo como un ente regido por el tiempo. Dios, de hecho, no puede existir en el tiempo, como lo están las criaturas, pues él es eterno. De existir y regirse por el tiempo Hawking tendría razón al afirmar que Dios no existe. Pero como la esencia de Dios es existir, y su existir es un presente eterno fuera de esta dimensión física, puede existir fuera de todo modo o tipo de tiempo; luego, de hecho, pudo y puede existir antes del comienzo del tiempo. Lo que sí Hawking ha probado, desde el punto de vista científico, es que el universo no es eterno, luego tuvo un origen y, como lo que no existe no puede darse él mismo la existencia, tiene que haber una Causa que lo haya creado. Por consiguiente, Dios sí existe.
Nota. Esta teoría Hawking la abandona por otra mucho más enigmática como el asegurar que el universo, por gravitación, se creó de la nada. Con esta hipótesis Howking pretende negar la existencia de Dios, pero ¿quién creó ese campo gravitatorio del cual surge el universo? De esto ya comenté ampliamente en otro artículo: toca aquí.
3) No son infinitos. Ningún ser creado (material o espiritual) puede ser infinito en propiedad. La existencia y continuidad de un ser creado es limitada y temporal. Sólo Dios es infinito en propiedad, pues sólo a él le pertenece el serlo. Los ángeles y el hombre reciben de Dios, de un modo relativo el ser infinitos en su ser inmortal: que jamás morirán ni dejarán de ser o existir.
Estos conceptos son de suma y vital importancia conocerlos y, sobre todo, entenderlos para poder describir correcta y apropiadamente quién es Dios, y poderlo distinguir de las criaturas al ser éstas también correcta y debidamente definidas. También nos ayudará a descubrir cuál es la religión verdadera.
4. Origen del ser
a. Que se da el ser a sí mismo -aseidad (el ser absoluto: Dios).
En Dios la existencia y la esencia se confunden en el ser; la esencia de Dios es existir. Dios es la Existencia pura.
Por consiguiente, Dios es infinito y eterno en su ser y existir. Decir eterno es decir Dios. La eternidad es un modo que define al ser Absoluto.
Más que decir Dios existe, lo correcto sería decir Dios es la Existencia; o el Existente, el Eterno, el Infinito.
b. Que lo recibe de otro (seres contingentes: todas las criaturas).
Luego la existencia nos da el ser, el ser nos da la existencia. Por consiguiente, todo ser contingente tuvo un origen, un principio no adquirido por sí mismo, sino por otro. Luego antes no existía.
*En este origen del ser hay una diferencia específica bien marcada, ¿puedes identificar cuál es y explicarla?
ii. Formas del ser
Analizado y estudiado el conceto de la existencia de los seres y cómo ésta se da o actúa, veamos ahora cómo o qué formas adquiere esa existencia en los entes.
I. Visible
a. Seres corporales o materiales: minerales, vegetales, animales, otros.
b. Su Substancia es material o física: puede ser medido, pesado, contado, ocupa espacio, es afectado por los procesos evolutivos y de movimiento… (todo ello accidentes de la substancia).
c. Su esencia les da su naturaleza y los individualiza en entes.
d. Pueden ser conocidos por vía directa por los sentidos externos; e indirecta (gracias a los sentidos internos y la razón) por las huellas o rastros que dejan.
II. Invisible:
a. Seres inmateriales: Dios, ángeles, alma humana.
b. Su esencia es espiritual: nada de lo que afecta a los seres materiales le puede afectar en absoluto. Sólo el alma humana mientras está en el cuerpo humano es afectada por su libre albedrío (vida de la gracia por su unión con Dios; muerte espiritual por el pecado mortal…).
c. Puede ser conocido por vía indirecta de modo remoto por la creación (gracias a los sentidos internos iluminados por la luz natural de la razón). Y de modo directo y próximo por la Divina Revelación (por la luz sobrenatural de la fe recibida en el bautismo).
En estas formas del ser, ¿qué hay en común? ¿cuál es la diferencia específica?
iii. Modos de ser
Una vez establecido el cómo puede darse la existencia del ser o de los entes, veamos cómo estos existen en la realidad.
I. Definiendo términos
Infinito: En latín »infinitus, de in, privativo, y finitus, finito. Lo que no tiene fin, término, límites, que es absolutamente perfecto. Sólo puede decirse de Dios. A veces se usa en sentido de muy numeroso, grande y excesivo, en cualquier línea (Diccionarios del Cristianismo. Ed. Herder. 1986).
El sentido de infinito conlleva un elemento de negación: sin fin o sin principio, sin comienzo. Luego el principio o el fin no existen. Este principio de negación aplicado a los seres físicos o materiales indica que no puede darse un ente infinito, o sea, un ser sin origen o sin fin.
Y así, no existe ni puede existir un número que sea absolutamente infinito, sino una serie de números que tienden a lo infinito. (Si crees poder pensar en un número concreto que sea infinito, de suyo ya no lo es, pues con sólo pensarlo, por nuestra capacidad finita, lo hace finito por muy grande que nos parezca). De igual modo, una recta tiende a lo infinito, pero no existe ni puede existir una recta infinita.
En sentido astronómico muchos piensan que el espacio es infinito en sentido absoluto por no tener claros los conceptos. El espacio surge junto con el universo, y junto con éste se va expandiendo. Por eso se dice, y según la Teoría de la Relatividad de Einstein, que el universo posee cuatro dimensiones, es decir, que no importa en qué parte del universo te encuentres, independientemente de donde mires siempre tendrás la impresión de que se extiende a lo infinito puesto que, aunque el universo es finito a la misma vez es ilimitado. Por ejemplo, la Tierra es finita pero ilimitada en sus bordes (pues no posee bordes u orillas). No importa donde estés en la Tierra, si miras hacia el horizonte, siempre tenderás a mirar hacia el infinito, pues al carecer de bordes, la esfera no posee principio ni tiene fin (es un infinito relativo). La diferencia entre la Tierra y el universo es que en la Tierra tal fenómeno se da de modo horizontal, mientras que en el universo se da en todas las direcciones independientemente donde estés ubicado.
Para que lo entiendas mejor. Antes de ser creado esta dimensión física, sólo existía el estado espiritual o sobrenatural (Dios). Cuando Dios crea el universo en potencia, es decir como una singularidad (muchísimo más pequeño que un neutrón y donde la materia, la energía, el tiempo y el espacio junto con las cuatro fuerzas de la naturaleza eran una sola cosa --de aquí el concepto de singularidad--), crea esta dimensión física, pero no de tamaño infinito, sino limitado por la singularidad. Por ejemplo, este punto (.) tiene unos límites que pueden ser definidos o establecidos en base a la página que lo contiene o lo envuelve. No así la singularidad que no poseyó un espacio que la envolviera o ubicase, ya que fuera de ella no existía nada, sólo ella. En el Big Bang todo crece y se expande. Hasta el mismo espacio que contiene la materia y la energía del universo se expande y crece.
Eterno: Califica una duración que no tiene comienzo ni fin y que no es divisible o sucesiva como el tiempo, sino que abarca todos los tiempos en un como instante substancial indivisible. Atributo propio de Dios (Diccionarios del Cristianismo. Ed. Herder. 1986).
Este concepto es de vital importancia tenerlo bien claro. Al igual que lo infinito conlleva unos elementos de negación. Y así, lo eterno se define como la ausencia absoluta y simultanea de un comienzo y un fin, ausencia absoluta del tiempo y el espacio. En otras palabras, en la eternidad el principio y el fin, el tiempo y el espacio, el pasado y el futuro y los límites de cualquier orden no existen, y sólo puede ser abarcado por el Ser Absoluto por su capacidad infinita en todas las dimensiones conocidas y desconocidas, conocibles y no conocibles.
Si aplicamos el concepto eterno a la materia es imposible que ésta sea eterna, que no tenga principio ni tenga fin simultáneamente. El mismo principio de no comienzo y no fin, le niega su misma existencia.
Ejemplo: La misma distancia en tiempo hay del día de hoy al nacimiento de Cristo que del nacimiento de Cristo al día de hoy.
Este principio filosófico puede muy bien ser aplicado a la edad de la materia debido a su contingencia.
Si subiendo por la escala del tiempo jamás podemos llegar al comienzo de la materia, debido a que este comienzo se encuentra en la eternidad (principio sin principio), del mismo modo si se partiera desde la eternidad para aquí, jamás llegaríamos al momento actual, pues la distancia es la misma. Pero, ¿partir desde dónde si ese inicio o comienzo no existe? Aquí nos encontramos ante una paradoja. Luego decir que el universo es eterno es tanto como decir que no existe.
Así pues, si hoy estamos aquí es porque subiendo por la escala del tiempo podemos llegar a los orígenes de la materia, por muy lejos que este origen se encuentre en el tiempo.
Luego la materia sí tuvo un origen, un comienzo en el tiempo. Luego un Creador. Alguien que le dio el ser; y ese alguien es Dios.
Para continuación II: Ser absoluto, ser contingente
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