El Parto Virginal de la Virgen María III, Madre del verdadero Dios por quien se vive

Tercera parte: Notas / referencias / Bibliografía






ABREVIATURAS DE CITAS MÁS USADAS

*Enc. Mna. Posc. Enciclopedia Mariana Posconciliar.
*Man.  Teol. Dogm. Manual de  Teología Dogmática.
*Ma. Ba.  Teol. María en la Biblia y la  Teología.
*Ma. Ob. Salv. María en la Obra de la Salvación.
*Nue. Dicc. Mgía. Nuevo Diccionario Mariología.
*Teol. Dogm.  Teología Dogmática.

1a. Mariología, pág. 653
1b. Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica #487
2. La Virgen María, págs. 100-101. (María, en virtud precisamente de su maternidad divina, fue elevada al orden hipostático, o sea, al orden de la encarnación del Verbo. No de un modo absoluto (que pertenece exclusivamente a Cristo...), pero sí de un modo relativo, en virtud de esa relación esencial e inevitable que hay entre una madre y su verdadero hijo. Y como resulta que el Hijo de María es el Verbo de Dios encarnado, es forzoso concluir que María, en virtud de su misma maternidad divina, fue elevada al orden hipostático relativo, o sea, tiene una relación real con el Verbo de Dios hecho carne en sus virginales entrañas. Esta relación termina en la persona increada del Verbo encarnado; pues la Virgen María no concibió una humanidad a la cual se unió después el Verbo divino (doctrina herética), sino que concibió y dio a luz según la carne a la persona misma de Jesús, que no es otra que la persona divina del Verbo de Dios. Por eso la Virgen pertenece al orden hipostático de una manera intrínseca y directa, aunque relativa. Una cosa es el orden hipostático y otra la misma unión hipostática, que pertenece intrínsecamente sólo a Cristo).

3.La Virgen María, pág. 105
4.Ibíd, pág. 102
5.Ibíd, págs. 115-116
6.Ma. Ba. Teol., pág. 69
7.Enciclopedia Mariana "Theotocos", pág. 278
8.La Virgen María, pág. 84
9.Ma. Ba. Teol., pág. 70
10. La Virgen María, pág. 84: (Hay que notar que en la integridad de la carne pueden distinguirse tres momentos:

a) Su mera existencia sin propósito especial de conservarla (v. gr., en los niños).

b)  Su pérdida material inculpable (v.gr., por una operación, por violenta opresión no consentida...).

c)El propósito firme e inquebrantable de conservarla siempre por motivos sobrenaturales.

Lo primero no es ni deja de ser virtud: está al margen de ella, pues es algo puramente natural, no voluntario. Lo segundo es una pérdida puramente material, perfectamente compatible con lo formal de la virtud, que consiste en lo tercero. Esta última es la propia de la Santísima Virgen María).

NOTA APARTE: Para los defensores de un parto natural y doloroso, por consiguiente, con la ruptura del órgano femenino, la virginidad física, aparentemente, no posee ningún valor, incluso niegan el concepto de virginidad bajo este aspecto (ej.: Mitterer); por tal razón defienden que María dio a luz de modo natural y con dolores, pero conservando intacta su virginidad pues la integridad física no entra en el concepto de virginidad.

Pero el sentido histórico de virginidad en la enseñanza de la Iglesia es muy distinto a esta concepción planteada por ellos.  Así, vemos que cuando muchos Santos Padres, teólogos y otros autores hablan de la virginidad de María, abarcan todo su ser: espiritual, moral y material, y es bajo estas tres áreas donde se enmarca el concepto histórico de virginidad. Una mujer puede ser materialmente virgen, pero moral y espiritualmente no serlo y viceversa.

En el aspecto  espiritual  María es virgen, primeramente porque fue preservada, por los méritos de Cristo, del pecado de origen (Inmaculada Concepción); segundo, porque aunque es libre para elegir entre el  bien y el mal, elige y se entrega plenamente a Dios con todo su cuerpo y alma sin impedimento alguno que pudiese obscurecer esa unión; tercero, a lo largo de su vida jamás consintió en ninguna forma de pecado o acto desordenado, por más insignificante que este pudiera ser.

En el aspecto  moral  María rechaza todo placer y deleite venéreo consagrándose plenamente a Dios, entregándole, con  toda su libertad, su virginidad en todos sus aspectos (espiritual, moral y material). María, por lo tanto, jamás tuvo relaciones sexuales con San José.

En el plano  físico  (y es donde se plantea toda la discusión) María, según el sentir de la Iglesia, conserva intacta su virginidad corporal incluso en el parto, es decir, conserva intacto todos sus órganos maternos.

Como he mencionado ya, esta integridad orgánica no entra en el concepto de virginidad dada por los defensores de un parto natural en María.  Ahora bien, el problema de todo esto y lo que se defiende junto con la tradición de la Iglesia NO es si la integridad orgánica o física pertenece al concepto general de virginidad; ni tampoco se está defendiendo si una mujer -ya por un accidente o por otra razón-, pierde o no su virginidad física, o si es o no es virgen -esto es solamente accidental-; lo que se está defendiendo, basándose en la Tradición y Magisterio de la Iglesia, es que María, llegado el momento de dar a luz, no sintió dolores de parto y que dicho proceso, como la concepción, no fue de modo natural, sino sobrenatural. Por tal razón no hubo rompimiento alguno de los órganos maternos. María, materialmente, se conserva completamente intacta, independientemente que esta conservación física se llame o no virginidad (pero recordando que para los Santos Padres y para la Iglesia en general, sí forma parte importante de la virginidad); y son muchos los que se quedan en estos accidentes de terminologías y no reflexionan en lo esencial y maravilloso de este milagro, de la grandeza y omnipotencia de Dios.

11. Ma. Ba. Teol., pág. 70
12. Enc. Mna. Posc., págs. 353-354
13. Ma. Ba. Teol., pág. 70
14. Reina y Madre, pág. 192
15. Teol. Dogm., pág. 144
16. Ibíd
17. Man. Teol. Dogm., pág. 323
18. Enc. Mna. Posc., pág. 314 y 352
19. Ma. Ba. Teol., págs. 75-76
20. Enc. Mna. Posc., pág. 353: (Epideixis, 54. se, 65, 115. Dice que Isaías 66, 7 "Antes de tener dolores dio a luz, antes de llegarle el parto dio a luz un varón"  expresó lo inesperado e inopinado del parto de la Virgen).

21. Ma. Ob. Salv., págs. 256 y 257
22. Teol. Dogm., pág. 150
23. Nue. Dicc. Mgía., pág. 2019
24. Ibíd
25. Mariología, págs. 157, 158 y 160
26. Nue. Dicc. Mgía., pág. 2019
27. Ibíd
28. Man. Teol. Dogm., pág. 323
29. Mariología, pág. 656
30. Nue. Dicc. Mgía., pág. 2019
31. Enc. Man. Posc., Pág. 353

NOTA APARTE. Este punto es bien importante pues no se habla de la opinión de unos cuantos autores que quieren imponer unas ideas opuestas al sentir de los fieles y de la Iglesia en general, sino que a modo de narración quieren defender aquellos puntos esenciales de la fe cristiana que se han transmitido por la tradición y que forman parte de la piedad popular.

Creo y estoy convencido que si esta línea de pensamiento y de fe en un parto sobrenatural y milagroso ha sido defendida por la mayoría de los Santos Padres y que haya sobresalido en la Tradición y Magisterio de la Iglesia es una clara manifestación del Espíritu Santo de su realidad histórica.

32. Ma. Ob. Salv., pág. 257: (Aldama. Virgo Mater, pág. 19) La doctrina patrística del parto virginal en víspera de la aparición de Joviniano, donde no sólo se recogen numerosos testimonios, sino que se clasifican por regiones, de modo que aparece realmente que esta fe se da en la Iglesia universal: “En las iglesias del norte de Italia; en África, España, en las Galias, las iglesias de Capadocia y de Chipre, en Alejandría, las iglesias de Arabia, Antioquia, las iglesias de Siria, la iglesia de Roma”.

33. Ma. Ob. Salv., pág. 257
34. María y Nosotros, pág. 91
35. Mariología, págs. 659-660
36. Ver pág.15, cita: 17

NOTA APARTE. Es bueno saber que no todos los Santos Padres estuvieron completamente de acuerdo con esta idea, particularmente por la dificultad que presentaba en cuanto a la realidad de la carne de Cristo (ver cita bibliográfica  #51, pág. 24).Así por ejemplo San Hormisdas: "El que antes de todos los tiempos era Hijo de Dios, se hizo Hijo del hombre y nació en el tiempo según el modo de nacer humano, abriendo la vulva de la madre al nacer no destruyendo sin embargo la virginidad de la madre, por virtud divina" (Carta al Emperador Justino, año 521). Y San Jerónimo, contra la herejía de Helvidio, dice: "Pensamos en los horrores del parto, pero jamás tan terribles como los de la cruz". (PCI. Gonzáles, SI. "María en la Tradición de la Iglesia" pág. 197).

37. Ma. Ob. Salv., pág. 257
38. Teol. Dogm, pág. 147
39. Enc. Mna. Posc., pág. 314
40. Ibíd
41. Teol. Dogm., pág. 146
42. Enc. Mna. Posc., pág. 354
43. Ibíd
44. Ma. Ob. Salv., pág. 258
45. Enc. Mna. Posc., pág. 315
46. Mariología, pág. 15
47. Enc. Mna. Posc., pág. 353
48. Teol. Dogm., pág. 144
49. Enc. Mna. Posc., págs. 314-315
50. Mariología, pág. 667
51. Ma. Ob. Salv., págs. 258-259

NOTA APARTE. Es importante recordar y aclarar que el que Cristo haya nacido de forma sobrenatural y milagrosa en nada afecta su naturaleza humana, pues si en nada le afectó el haber sido concebido sobrenaturalmente, es decir, sin semen viril ¿por que el parto milagroso sí? (Ver cap. IV, "Aspecto de la Integridad Virginal de María" comentario a la idea de Bernardo Monsegú).

52. Enc. Mna. Posc., pág. 353
53. Ibíd, pág. 357
54. Nue. Dicc. Mgía., pág. 2021
55. Enc. Mna. Posc., pág. 315
56. Ibíd, pág. 356
57. Ibíd, pág. 315
58. Nue. Dicc. Mgia., pág. 2026
59. Enc. Mna. Posc., pág. 321
60. Ma. Ob. Salv., pág. 258
61. María y Nosotros, pág. 91
62. Enc. Mna. Posc., pág. 354

NOTA APARTE. Esta comparación del parto virginal con la forma en que se realizó la concepción (sobrenatural y milagrosa) es una clara pista que nos indica cómo se realizó el parto virginal de María. Esta comparación se repetirá en otros Santos Padres.

63. Ibíd
64. Ibíd, págs. 321-322
65. Mariología, pág. 16
66. Ibíd
67. Enc. Mna. Posc., págs. 314-315.
68. Ibíd
69. Ibíd
70. Ibíd
71. Teol. Dogm., pág. 149
72. Ibíd
73. Enc. Mna. Posc., pág. 321
74. Nue. Dicc. Mgía., pág. 2025
75. Ibíd
76. Ma. Ob. Salv., pág. 258: (Las últimas palabras del canon "permaneciendo Ella, aún después del parto, en su virginidad indisoluble" significan que el parto no ha lesionado la virginidad e implican una afirmación que va más allá de la concepción virginal).

77. Nue. Dicc. Mgía., pág. 2025
78. Enc. Mna. "Theotocos", pág. 278
79. Teol. Dogm., págs. 128-129;  Enc. Mna. Posc., pág. 354
80. Enc. Mna. Posc., pág. 321
81. Ibíd
82. Mariología, pág. 681
83. Enc. Mna. Posc., pág. 379
84. Ibíd
85. Teol. Dogm., pág. 144
86. Nue. Dicc. Mgía., págs. 2026-2027
87. Ibíd
88. Enc. Mna. Posc., págs. 354-355
89. Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica. #499 y #510.

NOTA APARTE. Esta citación a San Agustín por parte del Catecismo, en el que se menciona el parto virginal de María, es bien significativo si tenemos en cuenta que para San Agustín el parto virginal no se enmarca únicamente a un evento espiritual y moral, sino que también defiende y enseña que el parto virginal se da en un proceso biológico en que María Santísima conserva en su integridad total todos sus órganos maternos. El P. Carlos Ignacio González, S.J., que al parecer apoya la posición de un parto normal en María, ve en San Agustín un defensor del parto virginal sin detrimento alguno ("María en la Tradición de la Iglesia, pág. 196).

El que en el Catecismo se mencione la figura de San Agustín para apoyar la doctrina de la virginidad de María, incluida la del parto virginal, la veo como una manifestación de la Iglesia para defender la realidad sobrenatural y milagrosa del parto virginal de María.

“Nunca vimos el rostro de la Virgen María, de quien. sin contacto de varón y sin detrimento de su virginidad en el parto, nació Cristo milagrosamente" (San Agustín, De Trin. VIII. 521) -María en la Tradición de la Iglesia., nota 298, pág. 196-.

90. Enc. Mna. Posc., pág. 355
91. Ibíd
92. Ma. Ba. Teol., pág. 76
93. Enc. Mna. Posc., págs. 281-282
94a. Esta alusión a una grave “oposición a la tradicional doctrina de la Iglesia y al piadoso sentir de los fieles...”  nos da a entender la posición de la Iglesia en cuanto al parto virginal. La piedad del pueblo cristiano siempre se ha manifestado a favor de una virginidad, no solamente espiritual y moral de María, sino, sobre todo, en el orden biológico del parto, no porque creyese que María fuese una diosa, como algunos insinúan, sino porque para Dios nada es imposible y creo que ello no disminuye en nada la realidad y verdad de la naturaleza humana de Cristo. Además, como hemos visto, la Iglesia siempre se ha manifestado más a favor de un parto sobrenatural y milagroso.

94b. Nue. Dicc. Mgía., pág. 1978
95. Enc. Mna. Posc., págs. 281-282
96. Ibíd. 360
97. Nue. Dicc. Mgía., pág. 1980 *Ver Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica #498
98. Ibíd, pág. 1981
99. Ibíd, pág. 1983
100. Enc. Mna. Posc., págs. 281-282
101.Ibíd
102. Somático: adj. Que pertenece al cuerpo humano o animal.
103. Enc. Mna. Posc., pág. 350
104. Ma. Ob. Salv., págs. 261-262
105. Ibíd, págs. 262-263
106. Ibíd, pág. 263
107. Teol. Dogm., pág. 140
108. Man. Teol. Dogm., pág. 323
109. Teol. Dogm., pág. 140
110. Ma. Ob. Salv., pág. 263
111. Sexo y Vida Cristiana, págs. 17-18
112. Ma. Ba. Teol., pág. 70
113. Enc. Mna. Posc., págs. 353-354
114. Teol. Dogm., pág. 127
115. La Virgen María, pág. 84
116. Man. Teol. Dogm., pág. 322
117. Ibíd
118. Ma. Ob. Salv., Págs. 261-262
119. Enc. Mna. Posc., pág. 321
120. Nue Dicc. Teología., pág. 975
121. Man. Teol. Dogm., pág. 322
122. Enc. Mna. Posc., pág. 349
123. Ibíd, pág. 321
124. Mariología, pág. 16
125. Liturgia de las Horas. Santa María "in Sabbato" Responsorio breve #1.
126. Mariología, pág. 16
127. Enc. Mna. Posc., pág. 349
128. Ibíd
129. La Siempre Virgen María. pág. 177
130. Nue. Dicc. Mgía., pág. 2023
131. Enc. Mna. Posc., pág. 354
132. Man. Teol. Dogm., pág. 322
133. Enc. Mna. Posc., pág. 356
134. Ibíd, pág. 349
135. Ibíd, pág. 356
136. Ma. Ba. Teol., Pág.70
137. La Siempre Virgen María, pág. 177
138. Ma. Ba. Teol. pág. 74
139. Nue. Dicc. Mgía.,  pág. 2011
140. Teol. Dogm., pág. 127
141. Ma. Ba. Teol., pág. 76
142. Teol. Dogm., pág. 140
143. Ibíd, Pág. 22
144. Man. Teol. Dogm., pág. 322
145. Mariología, pág. 16
146. Enc. Mna. Posc., pág. 358
147. Ibíd, pág. 315
148. Ma. Ba. Teol., pág. 74
149. Enc. Mna. Posc., pág. 355
150. María, Madre del Señor, pág. 88
151. Nue. Dicc. Mgía., pág. 2023
152. Enc. Mna. Posc., pág. 321
153. Ibíd, pág. 315
154. Ibíd
155. Nue. Dicc. Mgía., pág. 2021
156. Man. Teol. Dogm., pág. 144
157. Ibíd
158. Teol. Dogm., pág. 144
159. Enc. Mna. Posc., pág. 353
160. Man. Teol. Dogm., pág. 323
161. Enc. Mna. Posc., pág. 315
162. Nue. Dicc. Mgía., pág. 2021
163. Ibíd
164. Ibíd
165. Man. Teol. Dogm., págs. 323-324
166. Nue. Dicc. Mgía., pág. 2010
167. Teol. Dogm., pág. 145
168. Ma. Ba. Teol., pág. 73
169. Enc. Mna. Posc., pág. 353
170. Nue. Dicc. Mgía., pág. 2021
171. La Virgen María, pág. 87
172. Enc. Mna. Posc., pág. 358
173. Nue. Dicc. Mgía., pág. 2010
174. Enc. Mna. Posc., pág. 359
175. La Resurrección de Jesucristo por ejemplo: es a la vez un misterio y un hecho real y verificable por testigos.

176. El uno no subordina al otro. El querer subordinar el parto virginal como mera consecuencia de la no unión sexual de María con José negándose con ello el hecho de la permanencia de los órganos maternos en el parto; con ello se niega la esencia misma de este aspecto del dogma de la virginidad.

177. Catecismo de la Iglesia Católica, #485
178. Vaticano II, LG. 53
179. Catecismo de la Iglesia Católica, #721
180. Vaticano II, LG. 53
181. Ibíd. 56
182. Catecismo de la Iglesia Católica, #721
183. Ibíd
184. Ibíd, #360
185. Ibíd, #2516
186. Vaticano II, LG, 53
187. Ibíd, 65




BIBLIOGRAFÍA

1. Enciclopedia Mariana Posconciliar. Sociedad Mariología Española. Editorial Coculsa. Madrid-16, 1975.

2. Enciclopedia Mariana "Theotocos". Traducción del italiano por: Don Francisco Aparicio, Pbro. Ediciones Studíum. Madrid, 1960.

3. La Siempre Virgen María. Ernesto Bravo P., S.I. (Profesor Teología Bíblica. Universidad Católica del Ecuador). Centro de Publicaciones Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Quito, 1978.

4. La  Virgen Maria.  Teología y espiritualidad mariana.  Antonio Royo Marín. O.P. B.A.C. Biblioteca Autores Cristianos. Madrid, 1968.

5. Manual de Teología Dogmática. Ludwing Ott. Editorial Herder. Barcelona, 1964.

6. María en la Biblia y la  Teología. Jaime Forero. Centro Carismático Minuto de Dios. Bogotá, 1986.

7. María, Madre del Señor. Karl Rahner. Editorial Herder. Barcelona, 1967.

8. María y Nosotros, 5ta. Edición. P.  Angel L. Strada, Sch. Editorial Claretaniana. Buenos Aires, 1989.

9. María en la Obra de la Salvación, 2da. Edición. Cándido Pozo S.l. B.A.C. Biblioteca Autores Cristianos. Madrid, 1990.

10. Mariología. Por: J.B. Carol. B.A.C. Biblioteca Autores Cristianos. Madrid, 1964.

11. Nuevo Diccionario Mariología. Dirigido por: Stefano de Fiores y Salvatore Meo. Ediciones Paulinas. Madrid, 1988.

12. Nuevo Diccionario de  Teología. Dirigido por: G. Barbaglio y S. Dianch. Ediciones Cristiandad. Huesca, 30-32, Madrid.

13. Periódico el  Visitante. Sección: ¿Cuál es su duda? Por: P. Salvador Rodrigo, 0. Carm. 9 de enero de 1993.

14. Reina y Madre.   Edelvives. Editorial Luis Vives, S.A. Zaragoza, 1954.

15.  Teología Dogmática. Michael Schmaus. Ediciones Rialp, S.A. Madrid, 1963.

16. Jesucristo y la  Vida Cristiana  Antonio Royo Marín, O.P. BAC-Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1961

17. Curso de  Teología: La Santísima  Virgen María Gustavo Ruiz Ruiz y Alberto  Vega Ponce Editorial Minos, S.A. México Segunda reimpresión de la 3ra. Edición 1997

18. Mariología Comisión internacional de especialistas bajo la presidencia de J.B. Carol, O.F.M. BAC-Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1964

19. Mariología. José C.R. García Paredes. BAC-Biblioteca de  Autores Cristianos, Madrid, 1995

20. María, Madre de Dios y Madre Nuestra. “La  Virgen María en la enseñanza de Juan Pablo II”. Pedro Jesús Lasanta. Ed. EGA

21. María Madre  Virgen. Jordi M. Bou I Simó. PPC-Promoción Popular Cristiana, Madrid, 1988



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